“Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada”.
Lengua de víbora.
Lengua larga.
Lengua viperina.
La lengua no tiene hueso.
Mala lengua.
Boca de tarro.
Boca de chomba.
Por la boca muere el pez.
A palabras necias, oídos sordos.
A palabras infecciosas, oídos penicilínicos.
La lengua perversa hace daño al espíritu.
La lengua amable es un árbol de vida.
“Ningún hombre puede domar la lengua”, dijo el apóstol Santiago. Parece que lo había pasado mal con esto de las palabras.
miércoles, junio 02, 2004
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