viernes, abril 30, 2004

¿Por qué lees?

"Vivir sin leer es peligroso, obliga a conformarse con la vida, y uno puede sentir la tentación de correr riesgos”. Michel Houellebecq, en Plataforma


Laura tiene seis años. Es la menor de tres hermanos. La regalona. Tal vez por esa condición, ya tiene serios problemas con su pequeña vida; y en especial con las vocales. Ni hablar de las otras letras. Las mira alucinada sin explicarse cómo su profesora le exige que las lea si ella no reconoce ninguna.
Esta tarde ha llorado de impotencia. El dictado no resultó y su compañera fue llamada a la oficina de la Directora. Tal vez transcurra todo el invierno y Laura no logre leer en su primer año de colegio.
Un día me preguntaron: ¿Por qué lees?
En el mundo moderno, lleno de imágenes, cine, televisión, pintura, graffitis, propaganda, tomar un libro voluntariamente es casi un gesto insultante, una amenaza, un acto arcaico, no sé. Tal vez como los yaganes, soy una especie en extinción. Más aún, estoy leyendo un libro que muchos han olvidado, como si abrir sus páginas fuese un suplicio.
Antes de preguntar ¿por qué lees? Yo preguntaría ¿Por qué no leer?

Declaración de principios.
Leo por amor. Amo el único libro por donde puedo pisar sin caer en el vacío; donde camino a tientas y encuentro la ruta precisa; donde el canto de las sirenas no me vuelve loca. El libro que contiene todos los libros.
Leo por placer. Cada palabra, cada signo, cada curva, tiene una alegría en sí misma difícil de entender para el que no lee.
Leo para vivir mi vida en otras vidas.
Leo para viajar por el universo sin moverme de mi escritorio.
Leo para entender a Dios (si en alguna medida pudiese ser entendido).
Leo porque hay una bendición para mí. “Bienaventurado el que lee” es la promesa. Y la creo.
Para ejercitar la libertad.
Y para amarte.

No hay comentarios.:

Gracias.

Todavía no nos reponemos de una y viene otra, como una ola de imágenes que nos arrastran a la angustia y la consternación. Se nos mueve el p...