lunes, mayo 31, 2004

Mate.

En una encuesta callejera me preguntaron:
¿Cuál es tu bebida favorita?
Las alternativas eran varias de marca cola, algunas de fantasía de sabores a frutas y alguna mezclada con poco alcohol.
El asunto es que no estaba allí el mate, símbolo nacional de los países del Atlántico (Argentina-Uruguay-Paraguay) y que hemos adoptado nosotros con agrado.

Yo adhiero definitivamente al mate. En especial estos días nebulosos de invierno en que se agradece cualquier calorcito.
Obvio que con yerba argentina. De la con palitos.
Si quieres disfrutar una bebida rica y natural, prepara uno en una taza, tazón o en otro recipiente adecuado.

Necesitarás:
- Yerba (se encuentra en cualquier supermercado).
- Tazón de boca ancha (por una cuestión práctica que luego te darás cuenta).
- 2 hojas de menta u otra hierba olorosa (cedrón, poleo, boldo, mosqueta).
- 1 bombilla metálica.
- Agua caliente sin que haya llegado a hervir.
- Azúcar si lo deseas.
Para preparar el primero es conveniente lavar una vez la yerba porque es muy fuerte. Además trata de no tomarlo en la noche porque no te dejará pegar un ojo.

Nota experiencial: Con algunas amigas hemos hecho esta receta en un pomelo grande a modo de tazón. Queda exquisito.

¡Disfrútalo!


domingo, mayo 30, 2004

Canción.

Ingrávidos sueños de libertad
Se perdieron en la huella de los días.
Ya no quise ser libre
Si Tú no estabas.
Quise estar presa de tu voz
En las palabras de tu Libro,
Del soplo de tu Espíritu.
Supe que sólo prisionera de esperanza
Era libre
La libertad es más que un sueño
La libertad es tu sangre derramada
Y tu voz en la voz
De los miles
Que cantan a tu nombre
Jesús.

sábado, mayo 29, 2004

Ella toma pastillas.

Hiperactiva, dijo el doctor.
Molestosa, dijo la parvularia.
Al psicólogo, dijo la jefa de UTP.
El psicoloco dijo, no me la puedo, llévenla al neurólogo.
El neurólogo, cero problemas,escribió la receta: Ritalín.

Con esto de los “derechos del niño”, que no se les debe castigar para que no “sufran traumas”, hay todo un camino de abusos disfrazados.
Mi profe de básica, la amada, un día me dio un buen varillazo por las piernas y ¿dónde está mi trauma? No sé, tal vez hubiese sido mejor una anfeta ¿qué crees tú? Quizás no estaría hoy escribiendo este blog, prueba fehaciente que debo tener algún “daño psicológico” de infancia. ¡Vaya, y yo sin saberlo!


Ella, la hiperactiva, recibía una vez al mes la receta. “Era para tranquilizarme”, me dice con una mirada de cervatillo juguetón. Claro, con 45 réplicas iguales en un primero básico, ningún nervio de profesora lo aguantaba. Eso sí, jamás le tocaron un pelo.
Ahora va al psiquiatra. Cada mes recibe una dosis, sin la cual no puede vivir. Dice su doctor que tiene depresión. ¿Quién no con tanta pastilla en el cuerpo?
Imagina sólo media Ritalín diaria.
15 al mes.
15 x 12= 180 "inocentes" pastillas anuales.
¿Cuántas se pueden ingerir en cinco años?

Y así los mayores (autoridades, padres, profesores, médicos) se quejan que existe tanto adolescente deprimido. Si un cuerpecito de niño soporta entre 100 y 500 anfetaminas durante cierto período escolar, hay que ser bien de las chacras para no entender nada. ¡Y más encima culpar a los chiquillos!

Conclusión: Mi querida amiguita de apenas 12 años tiene una cita permanente con el psiquiatra. Anda trayendo a todo el mundo de cabeza, “no ve que la niña tiene depre”. Y ella se aprovecha de la situación. Manipula al padre, le saca plata a los hermanos, maneja como quiere a la madre, la han cambiado ene veces de colegio “es que los profesores le tiene mala”.

Para rematar el baile le acaban de descubrir que tiene hipertensión. ¿Será por el mitelfenidato?

“Deploramos la manera poco cuidadosa como su uso (del Ritalin) está considerado por muchos educadores, psicólogos y personal médico. Es frecuentemente recetada ligeramente, sin evaluación adecuada, y por figuras de autoridad quienes pueden ejercer presión en padres quienes tienen el deseo poderoso de hacer lo que sea mejor para su niño. El beneficiario del tratamiento debe de ser el niño – no el maestro cansado y sobre trabajado o un salón con falta de paz y quietud.” (Dra. Roselise Wilkinson)

No me gusta lo que veo.
No me agrada que se medique a los niños si no es imprescindible.
Apoyo métodos naturales, cambio de alimentación, horarios de sueño, dejar un poco la tele, dedicar tiempo a los niños. ¿No lo merecen los hijos?


viernes, mayo 28, 2004

Curiosidades bíblicas.

Mi madre me castigó duramente por esto de la curiosidad. Demasiado preguntona e impertinente, determinó. Nada estaba a salvo con esa chiquilla “hurguete”.
Ya estoy curada (nunca totalmente, lo reconozco. Pero a costa de vergüenzas varias y momentos que no deseo recordar, bastante ridículos por lo demás.
Sin embargo, Dios no me ha recriminado que “hurgue” y “curiosee” en su Palabra (he avanzado en mi lectura; y tú ¿cómo vas?).
Voy a listar (aun cuando me cargan las listas) algunas rarezas, o lo que yo considero curioso dentro de ese gran y precioso Libro. Si deseas puedes agregar las tuyas.

* En Edén había dos árboles. El de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida. ¿Por qué había un árbol de la vida si ellos no morían?
* Enoc desapareció, “porque se lo llevó Dios” ¿dónde está hoy?
* Había gigantes en la tierra antes del diluvio, que nacieron de “los hijos de Dios” con “las hijas de los hombres”.
* El arca con sólo una ventana hacia arriba.
* La escalera al cielo que soñó Jacob, por donde subían y bajaban los ángeles.
* Los sueños de José. Su ascendencia meteórica de la cárcel al trono de Egipto.
* El “heridor” (ángel exterminador (NBI) que mató los primogénitos en Egipto.
* El maná que caía cada día como rocío del cielo y se podía cocinar.
* La asna que habló y Balaam le respondió como si nada.
* El Urim y Tumim.
* ¿Por qué había gigantes en el tiempo de Moisés y de David si habían perecido en el diluvio?
* ¿Cómo se peinaba Sansón si nunca se cortó el pelo?
* La mente inagotable de Salomón, experto en disertar sobre los árboles, los animales, las aves, los reptiles y los peces, aparte de escribir 3.000 proverbios y 5.000 cantares. Al mismo tiempo, gobernar una nación en paz.
* Los invisibles carros de fuego y la gente de a caballo que rodeaban a Eliseo.
* Las visiones de Ezequiel a orillas del río Quebar, semejantes a las que vería Juan en la isla de Patmos (hay una diferencia de más de 500 años entre cada uno)
* La locura temporal del rey Nabucodonosor y su posterior recuperación.
* El horno de fuego ardiendo donde pusieron a tres varones y habían cuatro. Y salieron sin siquiera olor a humo.
* La confianza de Habacuc, rodeado del más temible ejército de la tierra, los caldeos.
* El estanque de Bethesda, donde bajaba un ángel a remover el agua cada cierto tiempo.
* La resurrección de Jesucristo.

Hasta aquí llego. Hay ene más. Te desafío a que busques las tuyas.

jueves, mayo 27, 2004

Augusto.

Nunca te perdonaré.
Quisiera verte muerto.

Si creyera en el infierno, no hallaría mejor lugar para tu cara tenebrosa,
tus manos huesudas y tu voz socarrona.
Que te achicharres en el fuego, si existiera
Que te congeles en el hielo, como sea.

¡Ah!, detestable Augusto, si mi odio pudiera alcanzarte
a manera de aguda espada
la enviaría directa a tu corazón

No.No basta tu muerte.

Que tu cuerpo se pudra en las mazmorras que inventaste,
que tu lengua se consuma en el desierto,
que tus hijos perezcan en el Gehena,
que a tu mujer se le seque el lagrimal.

Entrando al hermosísimo templo de tu Jano
un rayo del cielo destruya tus estatuas;
cuando te incorpores al Senado para dominar la Roma que inventaste
censuren indignados tu hipócrita retórica.
Que Lucio Murena se levante de su tumba
como un ánima transite tu palacio;
Fabio Cepión te busque desesperando tus últimos quejidos,
y el terror de todos tus muertos se inserte
en cada célula de tu alma, si algo de alma te queda todavía.
De la admirable Roma hermoseada con la sangre disidente
no quede piedra sobre piedra
cubierta de olvido por todas las edades.

No te deseo mal, Augusto soberano,
es justicia que expíes la mentira de tus actos,
si creyera en los dioses (que no creo)
aullaría al cielo mi venganza.
Ojo por ojo, diente por diente
vida por vida.
Faltarían días a tus años para devolver
la paz a estos huesos arruinados
y el orden al universo.

Cuando la bella Roma sea polvo
cuando te atormente el perpetuo sufrimiento
yo, la madre del hijo torturado
seguiré palpitando en el grito que traspasa las edades.

miércoles, mayo 26, 2004

Locura temporal.

El hombre camina con el pequeño de la mano. La niña al otro lado. Va y viene de su casa al colegio; de su casa al trabajo; de su trabajo al colegio. Con lluvia, con sol, con el frío que enrojece la nariz; reglamentado por los horarios de sus hijos. Sus cuatro hijos.

La madre, en un arranque de pasión o locura temporal, se fue del hogar.
Con otro.
El otro es el hermano del hombre. Doble falta. Perdió a la esposa y al hermano.

Corazón traidor.

El niño mayor baja la mirada. “Siente vergüenza”, me dice el padre.
“La niña quiere irse lejos”, agrega, cansadamente.

Corazón infiel.

En la infidelidad todos pierden.
Perdemos.
La felicidad del otro, la armonía del mundo que nos rodea, el orden que nos sostiene. Todo se vuelve precario, incomprensible, efímero.

El más pequeño juega en el patio de la escuela, ajeno a la tragedia de sus padres. El juicio, la cuchilla tentadora, las palabras contenidas, la rabia que amarga y desalienta.
“Legalmente son míos”, dice, refiriéndose a los hijos. “Nuestra vida jamás será la misma”, y su mirada abarca el mañana roto y deformado.

¿Qué puede uno decir para atenuar la perturbadora tristeza de esos ojos?

martes, mayo 25, 2004

No es para la risa (pero puedes reír con toda libertad).

A raíz de este blog, mis amigas (algunos amigos también), me hacen las preguntas más inverosímiles. Declaro que no soy Google (¡Dios me libre!). Así es que entre mi curiosidad personal y la del lector, los temas serán así como vamos, variaditos.

¿Por qué los israelitas reclamaron tanto a Moisés por su ración de cebollas y ajos? (“Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos”. Números 11:5)

Cada martes viene a nuestro barrio el Bibliobús de la comuna; gente amable y cariñosa como pocos, además de facilitarnos los libros con mucho agrado. Investigo el tema en beneficio de mis amigas, y para despejar mis propias dudas, especialmente con tantos resfríos, virus e infecciones que tienen a media población en cama o con licencia médica. Definitivamente no quiero pasar por el camino de la gripe.

Y me he encontrado con el ajo.

¡Ajo!, con sólo nombrarlo me sale el olor hasta por los oídos. Pero indiferente al olor (que podríamos acostumbrarnos), he hallado en él una cantidad de propiedades magníficas.
Por si te interesa,

Jarabe de Ajo:

Con la ola de resfríos, gripes, arteriosclerosis, infartos, mal de amores, días negros, etc., según los entendidos en estos temas, este jarabe sirve para todo eso y hasta para espantar a la suegra (la molestosa, porque hay de todas las clases) que se nos deja caer de sorpresa.
Yo no lo he comprobado.

En una licuadora bien limpiecita colocar 2 cabezas de ajo peladas, el jugo de 2 limones grandes, 200cc de agua mineral, 1 cucharada de miel de abejas. Macere por un día. Tome 15 minutos antes de las comidas una cuchara sopera. Guarde en el refrigerador.
(Si no hay licuadora a la vista, sólo molerlo bien y juntar todo, de modo que quede una pasta. Si no hay refri, guardar en un lugar fresco).

Si con una dosis queda más “perfumado” que Pepito Le Puf , ingiera jugo de naranja.

Si deseas saber más del ajo, mira estas páginas:
http://www.servisalud.com/elpensa/nutricion43.htm
http://www.saludparati.com/ajo.htm

lunes, mayo 24, 2004

Certezas de Job.


I

Pocos son los días, y muchos los problemas,
que vive el hombre nacido de mujer.
Es como las flores, que brotan y se marchitan;
es como efímera sombra que se esfuma.

II

Yo sé que mi redentor vive,
y que al final triunfará sobre la muerte.
Y cuando mi piel haya sido destruida,
todavía veré a Dios con mis propios ojos.
Yo mismo espero verlo;
espero ser yo quien lo vea, y no otro.

¡Este anhelo me consume las entrañas!

III

Mis labios no hablarán iniquidad,
Ni mi lengua pronunciará engaño.

IV

Con Dios están la sabiduría y el poder;
suyos son el consejo y el entendimiento.
Pone al descubierto los más oscuros abismos
y saca a la luz las sombras más profundas.
Engrandece o destruye a las naciones;
las hace prosperar o las dispersa.

V

Aunque El me mate,
en El esperaré;
pero defenderé mis caminos delante de El.
El también será mi salvación,
porque un impío no comparece en su presencia.

domingo, mayo 23, 2004

Diagnóstico.


Una bella y joven amiga tiene cáncer.
Cáncer al cerebro.
La sola palabra cáncer suena a pena de muerte.
Cada cristiano predica que Jesucristo sanó y sana. Y para ello hay una serie de términos teológicos que documentan cada afirmación, con sus respectivas citas.
Yo también creía eso.
Es más, lo creo.
Pero ¿hasta dónde lo creo?
¿Qué enfermedad puede Dios sanar realmente? Tal vez un resfrío, un dolor de muelas, una gastroenteritis, una parálisis, una pena de amor.
¿Podrá sanar un cáncer?
¿Es Dios más pequeño que una cantidad de células locas?
Por favor, Cristian, ilústranos, tú que tienes una tesis en este peliagudo tema.
Mientras esperamos, yo sí ¿y tú?


sábado, mayo 22, 2004

Una historia que vale recordar.

En la mañana del 22 de mayo de 1879 el cadáver de Arturo Prat estaba tendido en la acera que hay entre el muelle y la aduana, en Iquique. Un ciudadano comedido y amable, lo sepultó.
La pregunta es: ¿de qué sirvió la muerte de este hombre con apenas 31 años? ¿De qué sirvió la muerte de sus compañeros?

Al fin de cuentas ¿el honor vale algo en esta sociedad materialista?.
Alguien me dice con un gesto de nostalgia: “hoy el honor es un valor en decadencia. Ya nadie muere defendiendo algún principio.”

Fin de semana largo. Leo un poco la historia de nuestro país y descubro la importancia vital que tuvo la muerte de don Arturo Prat en esos días en que Argentina estaba a punto de apoyar la confederación Perú-Bolivia. Es posible que todo hubiese sido considerablemente distinto, y no para mejor. Una gran guerra en Sudamérica. Cruel, impredecible y nefasta como lo es toda guerra.

Nunca podremos comprender lo que le debemos a Prat.


(Leo Historia de Chile de Francisco A. Encina tomo 31)

viernes, mayo 21, 2004

Arturo Prat Chacón.

Me resisto a convertir este blog en una caja de resonancia de otros autores. Pero en este caso, y en honor a la ocasión, no puedo dejar de transcribir un poema de J.L. Borges, escrito en 1966.



Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete
Que, alto en el alba de una plaza desierta,
Rige un corcel de bronce por el tiempo,
Ni los otros que miran desde el mármol,
Ni los que prodigaron su bélica ceniza
Por los campos de América
O dejaron un verso o una hazaña
O la memoria de una vida cabal
En el justo ejercicio de los días.

Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos.

Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo
Cargado de batallas, de espadas y de éxodos
Y de la lenta población de regiones
Que lindan con la aurora y el ocaso,
Y de rostros que van envejeciendo
En los espejos que se empañan
Y de sufridas agonías anónimas
Que duran hasta el alba
Y de la telaraña de la lluvia
Sobre negros jardines.

La patria, amigos, es un acto perpetuo
Como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
Un solo instante, nos fulminaría,
Blanco y brusco relámpago, Su olvido.)

Nadie es la patria, pero todos debemos
Ser dignos del antiguo juramento
Que prestaron aquellos caballeros (…)
Somos el porvenir de esos varones,
La justificación de aquellos muertos;
Nuestro deber es la gloriosa carga
Que a nuestra sombra legan esas sombras
Que debemos salvar.

Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante,
Ese límpido fuego misterioso.


jueves, mayo 20, 2004

Interrogantes de Job que a veces nosotros también nos hacemos.

- Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?

- ¿Por qué siguen con vida los malvados,
cada vez más viejos y más ricos?

-¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos?

- ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a Él?

- Porque ¿cuál es la esperanza del impío, por mucho que hubiere robado, cuando Dios le quitare la vida?
- ¿Escucha Dios su clamor
cuando les sobreviene la angustia?

- ¿Dónde se halla la sabiduría?

- ¿Dónde habita la inteligencia?


miércoles, mayo 19, 2004

Modernidad

Tenía la insana costumbre de almorzar mirando la teleserie. Terminado el noticiero de las 14, preparaba la mesa y servía el almuerzo.
Todos (su marido, el hijo mayor y la niña) tenían asumido el momento, aún cuando Roberto odiaba comer viendo las tragedias de otros. Pero no decía nada en bien de la paz.
En esos días que el Canal trasmitía partidos de tenis o fútbol, en Semana Santa o fiestas de guardar, Daniela sufría lo indecible. Casi no probaba bocado. El plato de comida frío iba a dar entero a las fauces del doberman regalón.
-No tiene sabor, decía.
Los fines de semana eran un martirio. Languidecía como alma en pena por la casa. Como si la vida de los otros fuera su vida; como si su propia vida no tuviera sentido; como si las penas o las alegrías de los protagonistas fuesen suyas. Nadie comprende el alma femenina; sólo la teleserie es su intérprete.

En la vida, dicen, cada problema tiene una solución y la modernidad alcanza para todos. Un día Roberto –hombre quieto y amable-, llegó en una camioneta de DIN. Dos muchachos descargaron un macizo televisor nuevo, con control remoto y un video-grabador con su respectiva cinta virgen. El hijo, experto en todos estos adminículos, se encargó de grabar cuanto capítulo de teleserie se daba. La cuestión era que no faltara en ninguna ocasión. Daniela reía como una niña con juguete nuevo.

Pero, querido lector y paciente lectora, la vida se encarga de enseñarnos que la felicidad nunca es para siempre y que el ser humano jamás se sacia. Un día te duele la cabeza, tomas una aspirina; luego una ya no hace efecto, tomas dos, hasta que, sin saber cómo te has convertido en adicto a cualquier porquería, con todo lo que significa. Nadie planifica su adicción.
Pronto Daniela se aficionó a repetir los capítulos. A veces en la cena. O cuando estaba aburrida. O en las mañanas cuando cocinaba. Otras a altas horas de la noche, cuando el sueño se iba, sabe Dios para dónde. Remedio, un capítulo. Los gritos (sabes lo gritonas que son las seriales argentinas), las disputas, las intrigas, se oían en todo el vecindario. Ya los vecinos estaban advertidos de su afición. Por eso, el día que gritó pidiendo auxilio, nadie se imaginó que el esposo, en un ataque de locura, y hastiado de tanta fantasía, estaba apretándole el cuello hasta que dejó de respirar.

martes, mayo 18, 2004

Alerces.

"El Alerce, de talla faraónica
debajo de cuyo tronco me gustó detenerme por el puro goce de un toldo que me cobija a mí, con toda mi familia de fantasmas
” (Gabriela Mistral, La Maderas).


Dios creo el alerce, los hombres la motosierra.
Allá en el Sur (paralelo cuarenta), húmedo, lluvioso y fértil, crecen los más bellos árboles en una exuberancia digna del paraíso. Junto a ellos, las aves; inocentes al lazo del cazador y a la depredación humana.
Y el alerce.
Declarado por los hombres Monumento Nacional.
Noble como una familia de antigua estirpe; duro como la roca más sólida; su madera es oro de la mejor ley. ¿Cuántos años se necesitan para que uno de estos árboles milenarios llegue a ser adulto? ¿Doscientos? ¿Quinientos? Tal vez más. Sólo imagínate, los alerces que hoy trozan para madera y los cortan indiscriminada e ilegalmente, ya habitaban el Sur a la llegada de los españoles. O sea, hace quinientos y más años.
¿Cuánto necesita un infractor para cortarlo?
Cinco minutos.
Se echan al bolsillo el Decreto 490, a los Defensores del Bosque Chileno, y todo el patrimonio de la humanidad, por unos cochinos (y bastantes) dólares.
¡Y hasta los promueven por Internet!
Según Carlos LeQuesne, experto en el tema, científico de la Universidad Austral (Uach), "el alerce es como un libro; la historia ambiental de esta parte del planeta está escrita en sus anillos. Es un rompecabezas que se construye a partir de árboles vivos y muertos", dice.
El Alerce es único.
Investigaciones dendrocronológicas (análisis de los anillos de crecimiento) realizadas a un tocón en 1976, determinaron una edad de 13.622 años, que lo ubican como la segunda especie más longeva del planeta.
El tronco del alerce crece un centímetro de espesor cada 15 o 20 años, puede llegar a medir 50 metros de altura y vivir hasta cuatro mil años.


Ya lo dijo Rubén Darío, ácidamente: “El hombre es un lobo del hombre”
En este caso lo es también del Alerce.

lunes, mayo 17, 2004

Tengo un amigo en el extranjero.

Pocos me creen que no veo tele.
Me preguntan con cara de asombro: "pero, ¿nada de nada?"
Nada de nada, les contesto, entre divertida y molesta.
¿Tan poco creíble soy?
Lo digo aquí y no lo voy a repetir. No veo televisión.
Voluntariamente.
Nadie me ha presionado, nadie me coarta, nadie me paga, no estoy adherida a ningún movimiento extraño contra la tv., ni ha alguna secta secreta. Ni me inscribí en el experimento que hizo El Mercurio la semana pasada.

Tampoco es que no me agrade. Sí, algunas cosas me gustan, no todas, por supuesto. Pero vo-lun-ta-ria-men-te he decidido abandonarla, durante seis meses.
Así es que, como me he limpiado de imágenes, estoy llena de palabras. Leo más de lo habitual. Me ha enriquecido dedicar tiempo a la Historia de la Iglesia, a las Escrituras, un poco a los poetas japoneses y chinos, a algunos ingleses, en fin, mi tiempo está empleado con más variedad. Por favor, no es ni un sacrificio. Todo lo contrario, es un placer descubrir un haiku; conversar sobre la fe, orar con más calma. Cantar con Al Green o con Marvin Sapp.

No pretendo hacer una apología contra la tv. Por el contrario, saturada de ella pude descubrir la belleza de otras cosas. Cada persona tiene su propio proceso.

Y para vanagloriarme (Dios remedie mi vanidad inmortal), un aviso: me leen en el extranjero. No muchos, todavía no soy taaan conocida, pero ese lector (bendito lector), justifica, al igual que tú, el tiempo empleado en escribir y el desgaste de mi trabajólica neurona literaria.



domingo, mayo 16, 2004

Saliendo de dudas.

Predestinación: Destino pre-determinado.
Presciencia: Conocimiento previo.
Elección: Destino pre-determinado por el conocimiento previo.


Un querido amigo tiene siempre una serie de interrogantes existenciales a flor de piel. En cualquier vía que te lo encuentres, le da por plantear toda clase de preguntas que a una la dejan “marcando ocupado”, o sea, pensando más de la cuenta.

Y esto de la predestinación lo ha andado trayendo absorto por bastante tiempo. Y dicho sea de paso, me contagia, al punto que ayer me he pegado una buena desvelada con el susodicho tema, más para sesudos teólogos, que para una simple escritora de un blog.
De ninguna manera voy a meterme en “camisa de once varas” respondiendo a sus interrogantes. Si Agustín, Tomás de Aquino, Calvino y Lutero, no lograron ponerse de acuerdo ¿podré yo, modestamente, llegar a alguna conclusión? Difícil. Complejo y peliagudo. Además mi neurona favorita ha salido de vacaciones de invierno, porque si se queda en Santiago, perece por congelamiento.
Así es que nos remitiremos a transcribir algo de La Palabra, para irnos alumbrando, como dicen en el Sur “despacito por las piedras”

“Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.” 1 Corintios 13:12
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;… Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,” 1 Timoteo 2:1-4
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” Romanos 8:29
“…elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu,” 1 Pedro 1:2.
“Al Único Soberano, Rey de Reyes y Señor de los Señores, al único inmortal, que vive en una Luz inaccesible y que ningún hombre ha visto ni puede ver, a El sea el honor y el poder por siempre jamás” 1 Timoteo. 6, 15-16.

sábado, mayo 15, 2004

Abu Ghraib.



"…pero hubo quienes, aunque fueron torturados hasta la muerte, rehusaron ser liberados, porque confiaban en resucitar a una vida mejor. Otros fueron infamados y azotados, hechos presos y metidos en mazmorras; y otros murieron apedreados, aserrados o a punta de espada; anduvieron de acá para allá, sin rumbo fijo, vestidos con pieles de oveja o de cabra, careciendo de todo, angustiados y maltratados. ¡El mundo no era digno de ellos, que huían errantes por desiertos y por montes y se ocultaban en las cavernas y las cuevas de la tierra!" Hebreos 11:35-38 (Biblia CST)


Me cuesta hablar del tema. He estado varios días sacándole el cuerpo, soslayando cualquier referencia. Incluso me dediqué unos días a la poesía, debilidad que comparto con varios lectores.

Pero dicen que "el toro hay que tomarlo por las astas". O sea, enfrentar la problemática. No queda otra.

Ya sabes para donde voy.

Abu Ghraib.

Pero no es Abu Ghraib solamente. Es Chile, Cuba, Afganistán, Corea, China, la Babilonia antigua, la Edad Media, todos los hombres, todas las edades, en fin, donde exista una guerra "justa" (¿Habrá una guerra "justa"?) o injusta, y todo lo que encierra. No bastan tratados, acuerdos, diplomacias, declaraciones, firmas, comidas, palabras de buena crianza, cancilleres, embajadores, más acuerdos, otros tratados que reemplacen los anteriores. No. No bastan.

La historia está plagada de torturas y desmanes. Y la nuestra no se queda atrás. Los escuadrones de la muerte del Cono Sur, el Plan Cóndor, los asesinos de niños de Brasil, los grupos paramilitares de Colombia, las masacres en El Salvador, Guatemala y Honduras. En la culta España de hoy que rasga vestiduras como si en su patio trasero no sucediera nada. La persecución política sistemática en cada país contra los seguidores de un pensamiento distinto al imperante.

Y todavía nos atrevemos de hablar de tolerancia. ¿Qué más quieren que toleremos los teóricos de la tolerancia?

La Declaración de los Derechos Humanos.

La Convención de Ginebra.

La Declaración del Milenio.

Todos sus artículos.

No basta que el mandatario del país más poderoso pida perdón.

Hay otros Abu Ghraib en otras partes de la tierra. ¿Quién pedirá perdón por ellos?


Favor: Remítase a: Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra (Convenio III)

Aprobado el 12 de agosto de 1949 por la Conferencia Diplomática para Elaborar Convenios Internacionales destinados a proteger a las víctimas de la guerra, celebrada en Ginebra del 12 de abril al 12 de agosto de 1949

Entrada en vigor: 21 de octubre de 1950

Dirección: www.unhchr.ch


¿Qué haremos frente a tanto horror?

¿Nos sentaremos frente a los noticieros con una rica bebida, un suculento plato de comida, contemplando impávidos como si fuese una película de otra dimensión?

viernes, mayo 14, 2004

Vidas Mínimas.

I
El patio del colegio
Tiene al fondo
Un pequeño nogal.

II
La ronda da vueltas
Junto con las nubes
Y el tibio sol.

III
Ella toma su merienda
Sentada bajo el nogal
Comparte.

IV
El círculo del juego
Acoge
Con una pinta.

V
Una rosa
Regalo para la pena
De la maestra que se despide.

VI
Abrazados por los hombros
Amistad.
Límite de acogida.

VII
El globo se eleva y cae
Rodeado de gritos
Pajarillos alegres
Revoloteando alrededor del gigante.

VIII
La escuela pequeña es amada
Acoge su refugio secreto
De letras, memorias y dulces.

jueves, mayo 13, 2004

La Mujer de sal

"Entonces la mujer de Lot
miró atrás,
a espaldas de él,
y se volvió estatua de sal".



La bella ciudad en la llanura; la ciudad que resplandece entre el mar y el desierto, joya del comercio, la seducción y las artes. La ciudad de la tolerancia, la audacia y el placer.

Los ángeles guardianes han abandonado esa ciudad, asustados del destino que presienten. El terror y la desesperación ocupan las calles; las noticias son nefastas. Unos apuntan a los extranjeros, con ellos vino la desgracia; pero los extranjeros se han ido al amanecer, corriendo presurosos hacia las colinas. Un Dios airado respira su fuego apenas contenido; el estruendo estalla como un infierno de uranio, plutonio, hidrógeno, protones, neutrones, todo a una. Ningún espíritu, dios, ángel o demonio, ha podido detener aquel certero golpe y los hombres aúllan su desgracia en el relámpago de la ignición.
El fuego que da vida, mata.
La mujer corre ya casi sin aliento. Paso a paso aminora la carrera; la montaña es demasiado empinada para sus piernas que flaquean y para la angustia que la oprime. Grita sin poder impedir que su rostro se dé vuelta a mirar la bienamada, pero su voz se pierde entre la explosión y el temblor que petrifica sus miembros.

Los historiadores y arqueólogos relatan que en la orilla de un cerro, en la llanura de Zoar, hasta hoy se erige una columna con forma de mujer, que mira aterrada lo ocurrido por los siglos de los siglos.

miércoles, mayo 12, 2004

La Lección.

Quería darle una lección. Quería que su hija abandonara ese maldito vicio de Internet. Con gran esfuerzo se matriculó en un curso para aprender a navegar y demostrarle que una puede controlar la máquina y no viceversa. Aprendió rápido a pesar de sus cuarenta. Claro, jamás podría competir con su hija de quince.

Recorrió cada Ciber Café de la ciudad. Se familiarizó con todos los buscadores; supo de los los chat, los blogs, el interminable idioma del ciberespacio. Google le brindó todos sus mecanismos; nada le fue vedado. Aprendió que el tiempo se detiene en las palabras y una buena plática te provoca mariposas en el vientre y que puedes reír, amar y soñar de nuevo.
La hija le reprochaba su tardanza por las noches. . A veces llegaba al amanecer, borracha de palabras y de imágenes. Nada podía detenerla.

Un día simplemente no volvió.
Dicen que se la tragó el ordenador.
¿Y su hija?
Aprendió la lección, jamás ha vuelto a sentarse frente a un computador; todas las tardes vigila el camino que asciende hacia su casa, esperando la perdida madre.


(Caso real sucedido en China)

martes, mayo 11, 2004

Chile bizarro e ignorado.

Sobre un caballo vigoroso y llamativo, el Clorero recorre la comarca mirando todo desde la perspectiva de su único ojo. El otro lo perdió en una juerga de fin de semana. Aquel día nefasto galopaba la llanura cuando la vara de un árbol imprudente se lo voló de un golpe seco y afilado, como un escalpelo. Tenía apenas 20 años, y sus ojos perfectamente azules.
-¡Tuerto!-, le gritó una mujer despechada, como ofensa mordaz. Y con ese epíteto a cuestas ha vivido, sin que alguien sepa su nombre.
Vende cloro casa por casa en un triciclo medio desarticulado y los fines de semana se compensa de sus penas: va al rodeo. Engalana su caballo –Cogote de Loza-, se acicala con esmero frente al espejo, calza sus espuelas, su manta de colores, el sombrero alón y la fusta finamente trenzada. Nadie sospecharía que este hábil jinete de un solo ojo, es el mismo que cada semana vocea el cloro frente a cada puerta.

Nos invitó al gran día. Su gran día. El rodeo colorido y bullicioso; los novillos hermosos, de primera, los jinetes ataviados con sus mejores ropas. La medialuna preparada, la caballada resoplando. Una organización impecable, los capataces eficientes, las tribunas abarrotadas de público y los niños gritando con banderas en sus manos. El sol cálido y resplandeciente; una pequeña brisa.
El “Clorero” ingresó junto a los corredores en correcto orden y se procedió a los discursos. Vicente Cruz (el director del club), agradeció a los colaboradores, socios, auspiciadores y a quienes aportaron ganado, para luego cederle la palabra al dueño de casa, Juan Infante, quien agradeció a los competidores que llegaron hasta esa medialuna, al público entusiasta y en forma muy especial a su compañero, Mario Mondaca (“el Clorero”), por la labor realizada en el manejo del ganado.
La bandera fue izada y se inició la fiesta con el Himno Nacional, coreado con fuerza por una muchedumbre ansiosa de ver un buen espectáculo.
La fiesta fue todo un éxito, aún cuando Mario Mondaca no recibió ningún premio. Otra vez será. Lo importante no es el premio; allí no es el tuerto. Ni el vendedor de cloro. Allí tiene un apellido.
La vida cotidiana y anodina, se justifica en este acto. Veo a un hombre sobre su caballo, un hombre completo, compitiendo con los mejores (independiente si particularmente considero el rodeo un evento violento y arriesgado). Mañana cuando compre una botella de cloro, saludaré su esfuerzo, su entereza y lo llamaré por su nombre: Don Mario.


lunes, mayo 10, 2004

Traficantes

Conocí un dirigente de una iglesia (no voy a decir pastor porque sería honrarlo), que ordenaba a cada mujer cantante del coro se bajara del lugar en su periodo menstrual. Así todos sabíamos que la susodicha andaba en los días “D” (o rojos).
Por supuesto que ninguna fémina podía tomar la palabra y argumentar en público (si es que se podría remotamente pensar que las mujeres son capaces de argumentar), ni menos disentir de alguna medida discriminatoria. Menos predicar en el púlpito, lugar reservado “sólo para varones”.

Me faltaría blog para relatar los cientos de arbitrariedades que se cometen en nombre de la fe. Y sin mencionar para nada a la Santa Inquisición, que eso ya es harina de otro costal.
Refirámonos sólo al siglo XX, para no desalentarnos.

Por estos días una querida amiga ha sido llamada a una audiencia de disciplina por haber terminado su noviazgo sin consultar a sus “autoridades”. Escuetamente, “la cabeza loca”, habló con el novio que, modestamente creo, era el interesado, y le dio el “sobre azul”. Se la ha removido de toda actividad eclesial, sin apelación ninguna.

Otra: acude hace 15 años a la misma iglesia. Sentada siempre en la misma banca. Jamás se la nombra ni para el más mínimo trabajo. Es mujer y separada (de su marido, se entiende). Es que la “organización” no permite que los separados o divorciados tengan cargos relevantes (pero sí la “organización” acepta sus diezmos)


Sin afán de polemizar:
1.- Me agradaría mucho que alguien explicara eso de la “autoridad delegada” (a esta mujer impertinente y al hipotético lector)

2.- Algún hermeneuta ¿podría descifrar para nosotros las palabras de Jesús en el evangelio? “25 Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26 mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. Lucas 22 y Marcos 10: 42 Así que Jesús los llamó y les dijo: --Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. 43 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, (NBI)

3.- ¿Podríamos decir que estamos en los tiempos que habla el apóstol Pedro 2:1-3?


Alguien que nos alumbre, por favor.
Aunque sea con un cabito de vela

domingo, mayo 09, 2004

A los que no compiten por la fama

Un hombre íntegro vive en mi calle. Ningún medio ha venido a entrevistarlo ni menos alguna autoridad ha pedido su opinión frente a la corrupción que se acerca al galope, desbocada (o que ya está instalada y no nos damos cuenta).
- Alimenta a los pájaros, da agua a los perros.
- Comparte su comida con el hambriento y abraza con afecto a los ancianos.
- Visita los enfermos.
- Ríe con un buen chiste.
- A veces le he oído entonar alguna canción y su voz es como la música de las esferas, serena y clara.
- Limpia la nariz de algún niño o le coloca un parche curita en alguna pequeña herida (los niños lloran con las pequeñas heridas).
- Barre su vereda todas las tardes y cuando nadie lo ve, se inclina y ora por los hombres de la tierra, nombrándolos con respeto.
- A veces he observado en sus ojos transparentes una mirada de tristeza, o tal vez una furtiva lágrima. - Pareciera no comprender que la maldad ha venido para quedarse; pareciera que, mirando al cielo cada tarde en el rojo del poniente, espera la respuesta que se tarda.
Camina hacia su puerta con una sonrisa de paz inalterable. Sin embargo su corazón llora por las tristezas de la tierra.
Dios da una gracia especial a estos seres de los cuales el mundo no es digno.
Y yo me congratulo por conocer uno.

sábado, mayo 08, 2004

La Casa.

De lejos se oía la música y el bullicio de los trashumantes. Unos vendían panecillos, otros bebían algo para paliar el calor, los menos se apostaban en una esquina de la casa amenizando la espera con algún juego de manos, en fin, todo allí era una fiesta.
Sobre una tarima un lector anunciaba los avisos de la semana, los premios para el próximo campeonato de ping-pong y la cena de “koinonía” en casa de los vecinos.
Cerca de la puerta otro pedía alguna moneda, con un pequeño gazofilacio en la mano. “Macheteaba”, como se dice en buen chileno. Dos muchachas cuchicheaban mirando de reojo al recién llegado, esbozando una sonrisa coquetona.
Observó por un rato sin que nadie le molestara. Poco a poco se iba exasperando, y como era pacífico, a sus amigos les sorprendió su alteración.
Ya, jefe, calma, le dijeron, presintiendo la batahola.
¡Pero si esta es mi casa!, les respondió enojado.
De pronto sacó un látigo, y las emprendió con los vendedores que tenían toda clase de estampitas y souvenir. Gavillas bendecidas, tierra de Jerusalén en unas bolsitas bien monas, cruces varias (de palque, plástico y cobre); hasta calendarios con las fiestas sagradas.

“Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones. Pero ustedes la han convertido en 'cueva de ladrones'. -les gritó Jesús, iracundo.”

viernes, mayo 07, 2004

Pasado Indefinido, Futuro Imperfecto.

"Aunque me fuercen yo nunca voy a decir
Que todo el tiempo por pasado fue mejor
Mañana es mejor"

-Luis Alberto Spinetta.



Frecuentemente los mayores restriegan en la cara de quien quiera escuchar, la decadencia del mundo, el esnobismo, la pornografía, y una larga lista de reclamos propios de personas que ya han vivido demasiado. Nada por ver, nada para aprender. Como un día Salomón lo afirmó: “nada nuevo bajo el sol”, probablemente hastiado de sus mil mujeres, su mucho oro (amén de otras menudencias y artilugios), y sus ajetreados años.

Soy descortés, lo confieso. Y bastante torpe. Y a veces impaciente. Tendrás que perdonarme, querido lector, o lectora que estoicamente has llegado hasta aquí.
Así, para no aburrirles, y un tanto descortésmente, sólo plantearé un par de preguntas:

¿Quién hizo del presente lo que es?
¿Los jóvenes o los viejos?
Después de habérselo cantado, tomado y bailado todo ¿nos arman el escándalo como si los muchachos tuviesen alguna culpa de los males que aquejan al mundo?
No, pues. Disparates sí, pero racionalmente, por favor, asumamos.

Dicen, “todo tiempo pasado fue mejor” (y ¿para qué lo echaron a perder?); “nada es lo mismo”; “los jóvenes de ahora no son como los de antes” y otras lindezas parecidas.

Señores, los muchachos tienen 15 a 20 años de estar en el planeta. Ustedes 50-60 o 70. ¿Cómo, entonces, podrían ser ellos culpables de cualquier cosa?
Pido excusas a los ofendidos, ya que si uno no fue capaz de cambiar el mundo (o su mundo), sería más sano quedarse “piola”, o sea, callado. O en su defecto intentarlo de nuevo, o sea, cambiar el mundo.
Si para rezongos ya tenemos bastante.

(Dedico estas palabras a Luis, Cristian, Simón, Felipe, Constanza, Rebeca, Juanito, Vladimir, Romina, Anita, Cármen, Nicolás, Jaél, Edit, Elías y todos los compañeros de ruta)

jueves, mayo 06, 2004

Una buena noticia.

En este mundo turbulento que nos ha tocado vivir (toda vida, amiga, amigo, tiene sus dificultades y sus días de gloria), ha surgido un momento grato, una palabra reveladora. Me refiero al nuevo programa de la radio DUNA, “Letras al aire”.
El anuncio dice:
“Cuentos, relatos, poesías son la columna vertebral de Letras Al Aire. Un regalo que te entregaremos todos los martes y domingo a las 22.
Dirige Héctor Soto; la lectura de los clásicos de la literatura estará a cargo de Santiago Ramírez y Natalia del Campo. Podrás escuchar los mejores cuentos de Raymond Carver, Roberto Bolaño, Julio Cortazar, Ernest Hemingway, entre otros cientos de autores de todos los tiempos.”
En el dial de Santiago, la puedes encontrar en el 89.7 AM.
Su dirección Web es: www.duna.cl





miércoles, mayo 05, 2004

"Los hombres no lloran".

La primera vez que oyó esa frase famosa, y que condicionó su vida, fue cuando, a los escasos 8 años, resbaló en la piscina (sin agua) y fue a dar con toda su huesuda humanidad al fondo de cemento. Medio contuso y todo magullado, las lágrimas de dolor y humillación saltaron solas. Su padre al darle la mano para que subiera, le rezongó disgustado: “Inepto, casi te matas. Y no llores. Los hombres no lloran”.
¿Por qué los seres humanos acuñaron esta expresión?
¿De dónde les viene esa actitud de macho invulnerable?

1.- De su mamá. Conveniencia es la palabra. Siempre tendrás un varón proveedor. ¿Censurable? Sí, pero verídico.
2.- De su papá. Pánico que el chico se le vuelva homosexual.
3.- Del colegio. Siempre primó la ley del más fuerte.
4.- De la cosmovisión católica-apostólica-romana; árabe-islámica; judía-ortodoxa; evangélica-pentecostal.
5.- De sí mismo. Es más fácil golpear la mesa que sentarse alrededor de ella y razonar.

He visto a hombres llorar.
Sé de uno que lloró mirando la ciudad desamparada, advirtiendo que los hombres enfrentaban solos sus miedos, sin las aliviadoras lágrimas, “como ovejas sin pastor”.

Tengo bastantes pañuelos. Puedo prestarte uno cuando sea necesario.

martes, mayo 04, 2004

Giordano

A veces el dolor cedía levemente, como si la fiera se apaciguara por un momento para embestir de nuevo con renovadas fuerzas.
Sólo pudo determinar en el instante final, cuando la hoguera empezó a quemar sus pies, el por qué de ese acto sádico y perverso, indigno de la fe que profesó. Odio. Era odio puro, aderezado con el discurso de “la defensa de la fe”.
Todos acudieron al día memorable. Si hubiese cámaras de tv., habrían hecho un “primer plano” al rictus de dolor o a sus ojos sorprendidos. El cautivo caminaba a su fuego, sin muestra de cansancio o temor. Su mirada apenada se posaba sobre los pequeños, que apenas comprendían el acto de barbarie. Los sacerdotes dijeron, vuelve a la fe, retráctate, el fuego y el azufre te esperan. Él ni siquiera los miró.
Le vieron arder y un escalofrío les recorrió la espalda hasta la médula. El dolor y el placer; la alegría y el terror. Tal vez mañana sería ese su propio destino. ¿Quién podía estar seguro? La maldad, como una bestia indomable, se había instalado como reina de corazones y poco a poco los iba quemando.

lunes, mayo 03, 2004

Soy la reina de las calles sin salida

En el Imperio Romano se acuñó aquel célebre refrán: “Todos los caminos llegan a Roma”, sugiriendo que el imperio era tan amplio, poderoso y bien organizado que, aun cuando un viajero estuviese en un extremo o en otro, habría un camino para llegar a su capital.
Claro que ellos no me conocían. Especialmente cuando conduzco. Basta que se me ocurra tomar otra ruta (una lo hace para desterrar la monotonía), cuando aparece el letrero famoso, como una burda encerrona. CALLE SIN SALIDA. Y para concluir, con letras pequeñas: Sólo Residentes. Es claro que los romanos no inventaron la circulación moderna, con sus miles de vericuetos para hacer sufrir a los conductores.

Estoy convencida que los ingenieros de tránsito son una organización de conspiradores. No importa ni la invención de la rueda, ni el desarrollo del comercio, ni los doctorados en Chicago y Harvard, la cuestión maquivélica es: que suframos. Señales que no se ven, letreros luminosos que no encienden a la hora que deberían iluminar; cambios sin aviso, horarios diferidos apenas anunciados, mejor no hablamos de las calles sin salida ni las calles enrejadas por los propios residentes, con un guardia tipo bull-dog en una garita. Los hoyos eternos, como trampas disimuladas por un relleno de tierra o un letrero medio botado por algún vándalo que nunca falta. En fin, estamos forzados a lo que tan lindamente llaman: desincentivar el uso del automóvil. Y ¿para qué los inventaron, los importaron, nos cobraron derechos y permisos? ¿Para tenerlos guardados debajo de un nylon todo entierrado y dejar nuestros pies en micros malolientes e inmundas con toda suerte de basura?

Dime si no es para llorar.

Para rematar su “buena voluntad”, nos anuncian que habrá peajes en diversas rutas importantes, dentro de la ciudad. Y lo más paradójico, hay personas que aplauden estas medidas, absolutamente discriminatorias del indefenso ciudadano común y silvestre que no tiene ni el sacrosanto “derecho a pataleo”.
¿Le estoy poniendo mucho? Nada, esto no es ni una mínima muestra de la realidad. Invito al valiente que se atreva, a tomar una 376, una 676, una 427, 428, 701, 655, 637, etc. A las 18 horas en el paradero cuatro o cinco de V. Mackenna, si es que se logra subir. Colgando en la pisadera he viajado. De pie hasta que se descalabran los huesos de las rodillas. Y eso le sucede todos los días a cada trabajador. He visto los hombres agredidos, sangrando; he visto las chicas a punto de llorar de malestar. Así es que no vengan a decirnos que no debemos aspirar a un insignificante Fiat 600, por lo menos.
Perdona, es que a veces también se me termina la paciencia.
¿Qué saco con esta chiripiorca?
Nada, probablemente.
Pero alguna vez alguien leerá estas palabras y se dará cuenta que no todo fue jauja, como algunos promueven. Que hubo personas de carne y hueso que jamás aparecieron en los periódicos o la tv y que sí soportaron las “bondades” del sistema.

Realmente, era mejor el Imperio Romano. Con Julio César, Calígula y Nerón incluidos.

domingo, mayo 02, 2004

Por favor, un poco de humor

Un día un grupo de científicos se juntó y decidieron que el hombre había llegado al punto donde ya no necesitaba más de Dios. Así que escogieron a un científico para que fuera y le dijera a Dios que estaban terminados con él.

El científico se puso delante de Dios y dijo:

- "Dios, hemos decidido que ya no te necesitamos. Estamos en un punto donde podemos clonar gente y hacer muchas cosas milagrosas, así porqué no te vas de aquí."

Dios escuchó paciente y amablemente al hombre y después de que el científico terminó de hablar, Dios dijo:

- "Muy bien, que te parece esto, ¿por qué no tenemos un concurso de hacer hombres?"

A lo que el científico contestó:

- "OK, genial!"

“Pero, - agregó Dios- : Vamos a hacer esto tal y como lo hice en los días antiguos con Adán”.

El científico dijo:

- "Claro, no hay problema", y se agachó para recoger un puñado de tierra.

Dios solo lo vio y dijo:

- "No, no, no. ¡No uses MI tierra, Tú ve y busca tu propia tierra!"

Gracias.

Todavía no nos reponemos de una y viene otra, como una ola de imágenes que nos arrastran a la angustia y la consternación. Se nos mueve el p...