viernes, diciembre 31, 2004

Gracias.

Todavía no nos reponemos de una y viene otra, como una ola de imágenes que nos arrastran a la angustia y la consternación. Se nos mueve el precario equilibrio. Unos reprueban a Dios; otros se encierran en los malls y compran toda clase de oferta; algunos beben alcohol hasta quedar tirados en la cuneta. La cuestión es borrar el dolor.

El dolor no termina. Está ahí, heredado en los genes de Adán y Eva; traspasado de generación a generación.

A pesar de ello, doy gracias por aquel día feliz. Ese que compartimos una tarde de diciembre, casi al límite de nuestras fuerzas.

Gracias por ese soplo de esperanza que como un manto ha venido a rodearnos.

Gracias por Su Presencia que nos ayuda en nuestra debilidad.

Gracias por el don de Jesucristo.

Mucho quisiera poner en práctica el consejo de Pablo cuando le escribe a los filipenses: "orad sin cesar, suplicando a Dios por vuestras necesidades y no olvidando darle gracias por todo.
Hacedlo así, y la paz de Dios, que supera toda capacidad humana de comprensión, guardará vuestros pensamientos y vuestro corazón unidos a Cristo Jesús.
Permitidme ahora, hermanos, que todavía os diga esto: prestad la máxima atención posible a todo lo que sea verdadero, noble, justo, puro, amable, honesto y digno..."


Dios me ayude en este propósito.


jueves, diciembre 30, 2004

Tsunami.

“Nadie está seguro en ningún lugar”.
(Dicho en Canal 13)

El miedo, el terror, la incertidumbre y la muerte están a la vuelta de la esquina.
Siempre acechando.
Siempre dispuestos a entrar en acción y observar con placer nuestros rostros para incrementar la galería de expresiones de colección, como unos paparazzi sin dirección, dominados por deseos infernales.

De 70.000 a 100.000 seres humanos yacen debajo de las aguas, en fosas comunes o unidos al barro, inmortalizados en su gesto de sorpresa.
Desde Indonesia a Sri Lanka, los hombres y mujeres persisten en un pavoroso recuento de víctimas y la búsqueda de miles de desaparecidos en áreas completamente arrasadas por el mar.Lo que fue un paraíso hoy es desolación por todas partes.

¿Podría haberse evitado esta ruina tan grande en vidas?

Circula por la red la duda y no pocos alzan su voz hacia los organismos internacionales en víspera de la próxima “Conferencia Mundial sobre Reducción de Desastres de la ONU, que del 18 al 22 de enero de 2005 reunirá en Kobe (Japón), a representantes de los Gobiernos, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil, para definir políticas y un plan de acción que integre la reducción del riesgo en la planificación del desarrollo en el próximo decenio (2005-2015)” (Blog de Arcadi)

Otros periódicos aducen estos desastres a “un castigo divino”. Incluso algunos hermanos promueven esta falacia. Colgarle a Dios el resultado de todos nuestros errores me parece una ofensa gratuita e inmerecida. Su tienes la más leve duda, pregúntale. Como David que confesaba su vulnerabilidad. “Sepa yo cuan frágil soy”, dijo en un intento anticiparse a alguna desgracia.

Indudablemente estar preparados minimiza los riesgos.

miércoles, diciembre 29, 2004

Sólo por esta vez.

- Estás enamorado.
- Y estresado.
- El tiempo se te evapora entre tanta tarea imposible.
- Te comes una manzana de desayuno. Por el hierro, dices.
- Un plátano por el potasio, importante para las carreras que trotas a la U.
- Dos litros de agua al día, por el sedentarismo del trabajo.
- Un yogurt descremado. Light en la medida de lo posible.
- Un durazno media hora antes del almuerzo.
- Mucha lechuga, quesillo y tomate.
- Naranjas por lo de la Vit. C
- Una hot dog de pasadita.
- Por supuesto, almorzar con mamá y a veces con papá.
- Como decía mi abuela, mastica bien, come lento y reposa.
- Luego, no te olvidas el cepillado después de cada comida. El dentista anda por las nubes y sus aranceles, también.
- Entre el ejercicio, los exámenes, los intríngulis de amor, las asiduas presiones de tú quien ya sabes, la influencia de los medios, las mil llamadas telefónicas y las fiestas de fin de año, disculpo que no escribas tu página, que olvides si existo, que ni por casualidad pases por mi casa, que mi buzón no reciba tus mensajes y se te haya borrado mi fono.

-Pero ésto sí no te puedo disculpar: Ayer tus labios estuvieron cerrados para alabar Al Que Vive.

jueves, diciembre 23, 2004

Natividad.

No tengo demasiadas objeciones hacia la Navidad.
Es más, me gusta que las ciudades se adornen y se enciendan luces de colores, se promueva un clima de paz y los niños reciban regalos. Más todavía si el nombre de Jesús es pronunciado.
En el colectivo un conocido me pregunta ¿Cómo fue que llegamos a esta costumbre? (sabes que siempre me preguntan las cosas más inverosímiles, como si se tratase de una enciclopedia ambulante y demás está decir que no lo soy).
Según los expertos, la Navidad es una fiesta que se celebraba antes del nacimiento de Cristo. O sea, como si se celebrara tu cumpleaños en 1900, cuando ni tus padres eran un proyecto todavía. Obvio que no era en honor a Cristo sino a otros dioses de índole diversa.
Con el correr de los siglos se realizó una simbiosis entre las fiestas babilónicas, romanas y celtas que llegaron a “cristianizarse”. Una amiga dice que se “redimen para el reino”, lo que no me suena tan razonable. Tal vez la primera Navidad con fiestas y regalos, árbol adornado y comidas especiales se haya celebrado cerca del año 354 D.C. con la aparición del calendario de Filocalo. Oficialmente el 440 es el año donde se adopta para esta celebración cristiana.
Al margen del nacimiento de Jesucristo, el imperio romano celebraba el 25 de diciembre, una gran fiesta llamada Natalis Solis Invicti (El Nacimiento del Sol Invencible) que no era otra cosa que un culto solar muy antiguo que se hizo popular bajo el mandato de Aureliano. En el mismo, los romanos pedían a sus dioses que permitieran que volviera el sol, ya que desde los primeros días de diciembre y hasta aproximadamente el 6 de enero imperaba en el lugar días oscuros y fríos, debido al solsticio de invierno. Esta especie de festival era tan popular que hasta los mismos cristianos participaban en él.
Antes del año 440 hubo muchas tentativas de instituir esta fiesta el 25 de diciembre, como el nacimiento de Jesús. Se ratifica el año 529, cuando el emperador Justiniano declara la fecha como día festivo.

En la actualidad hemos llegado a una festividad casi pagana, con Viejo Pascuero por todos lados y hemos olvidado el nombre de Jesús.
Mi propuesta es la del apóstol Pablo: “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.”; que el nombre de Jesucristo sea levantado, recordado y su Espíritu sople sobre los hombres y mujeres que buscan la esperanza, no sólo en Navidad, sino en todos nuestros días.

¡Porque Él nació para los seres humanos! Eso es lo que cuenta.

lunes, diciembre 20, 2004

Declaración de principios.

"Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.
Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros. Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne..."



miércoles, diciembre 15, 2004

"CONDITIO SINE QUA NON"


Para tener los resultados esperados hay varias condiciones sin las cuales éste no se produce.
Una: Saber o entender los tiempos que vivimos.
Momentos únicos e irrepetibles; una respuesta de misericordia hacia los que tienen hambre y sed de justicia. Una hoja en blanco para no repetir errores; para escribir en ella “lo verdadero, lo justo, lo amable, lo de buen nombre”.
Dos: Saber o entender la voluntad del Soberano, Omnipotente y Altísimo Dios de la Creación, del tiempo, el espacio y Autor de toda vida. ¿Cómo llegamos a comprender sus deseos para determinada situación, en especial para este momento? Relacionándonos con Él, acercándonos, inquiriendo en Su pensamiento. Amistad sin barreras. Trato honesto. Sin miedo.
Tres: Obedeciendo. La cruz fue difícil para el Uno ¿por qué debería ser más fácil para nosotros? Hacer nuestra la frase “que no se haga mi voluntad, sino la tuya”, es una condición esencial a la incertidumbre humana. Arrasar los prejuicios de la mente; anular la religiosidad a favor de la fe; destruir la cosmovisión humana para dejar que por esta vez Dios actúe con libertad, sin las cortapisas de la política y los deseos triviales propios de estas situaciones.
Es la voluntad del Soberano que cada circunstancia sea tratada santamente, sin artimañas preferenciales, sin caprichos, sin deshonestidad.

Que lo correcto se imponga.

Debería ¿no?

martes, diciembre 14, 2004

Hambre.

El primer llanto, el primer grito, el aullante deseo desde los intestinos; el hambre haciendo estragos en las papilas, mi madre sin leche, mi madre dándome a una nodriza, mi madre preparando un biberón sucedáneo de la verdadera leche.
Toda mi vida he tenido hambre. Siempre he recibido sucedáneos.
Tuve hambre de padre, me corrigieron con un chicote de cinco correas.
Tuve hambre de amistad, la moneda era falsa.
Amé al hombre equivocado; nunca recibí respuesta.
Ahora me desangro buscando ese minuto de gloria, ese instante de eternidad, ese puro y simple Pan que satisfará mi pobreza y detendrá la búsqueda.
Tengo la boca abierta.
Tengo las manos vacías.
Tengo las entrañas destrozadas; he juntado el hambre de todos los tiempos; el hambre grita, duele, cómo duele.
Tengo los pies sangrando.
Y todavía espero... espero... la porción del Pan prometido.
Tú que repartes, no pases de mí…¡por amor!
¿Hasta cuándo la espera?

lunes, diciembre 13, 2004

Aquel pastor.

En una noche su pelo se volvió completamente blanco. Sólo para que sus ovejas no vieran en sus ojos la tristeza de la partida.
Cada vez que se mire al espejo, el color de su cabello se las recordará.

domingo, diciembre 12, 2004

Verborrea.

Le pregunto un amigo si él entiende el motivo, la razón o circunstancia de por qué en la televisión chilena están destacando personajes cada vez más virulentos y cínicos. Casi una apología al desatino (y perdone Dios que creó estos “adanes”). Opinan de este mundo y del otro y se dan el lujo de citar hasta las Escrituras con una soltura que da vergüenza ajena.

Mi amigo me responde que el contrasentido se debe a la excitación que nos provoca la buena verborrea.

Verborrea:
Charlatanería.
Cháchara.
Palabrería.
Locuacidad.
Labia.
Tollo.
Grupo.

Con ese currículo no necesitas tener nada. Ni estudios, ni buena pinta ni siquiera el tremendo apellido, como se acostumbraba. Sólo una lengua bieeen larga y en lo posible, virulenta.
Y una cierta impudicia para opinar de alguien conocido.

Sí, ya lo sabía; una siempre sueña el revés de la realidad, pero ésta se impone. Los astutos, los truculentos, los de engrupidores triunfan sobre los íntegros y los honestos.

Lo siento; quisiera conservar el optimismo. Difícil tarea.

viernes, diciembre 10, 2004

Cisnes de cuello negro.

"Alterado han visto su entorno los vecinos del camino a San Carlos, sector de Amargos y Corral, por la llegada de unos 60 cisnes de cuello negro a las riberas de sus hogares.
Según los mismos dueños de casa, estos ejemplares han ido en aumento día tras día, lo cual causa preocupación por lo inusual de la situación. "Hay cerca de 60 cisnes. Nunca se había visto esto, llegaron de un rato para otro transformado las orillas de las playas como lugares de descanso y tranquilidad", señala Adolfo Pérez, pescador del lugar"

(Diario Austral de Valdivia)

Bordeando el río Calle-Calle observo desde la ventana del bus el paisaje matutino. Cantidades de cisnes pasean entre la luz difusa del amanecer, enseñando a sus crías el arte de la caza y la natación.

En el acompasado ritmo recuerdo una canción de Marcos Vidal: "Aquí estamosaunque algunos ya no están a nuestro ladoya el otoño arrasó con el veranoy el invierno será crudo, pero aquí estamosla primavera llegará"
Como si el movimiento perpetuo de esas alas se conectara directamente con la música del cielo.

Recuerdo también los signos de caligrafía japonesa que me enseñaba Pablo cuando sobre las paredes de su pieza escribía palabras ininteligibles y maravillosas que nunca pudimos descifrar.

Pero la belleza no está libre del dolor. Cisnes de cuello negro huyen de hambre, de pestes y desnutrición buscando la vida. Vecinos del lugar denuncian que el río Cruces (ese río que dicen produce unas piedritas grabadas con esa forma) ha sido infectado por una planta de celulosa.
Ya han muerto más de 2000 ejemplares, mientras el SAG lucha por su supervivencia.

Tal vez nunca conozcas los cisnes de cuello negro de Valdivia, al Sur del mundo. Y es una pena.


jueves, diciembre 09, 2004

Obsequios de Navidad (IV)

Regalar en Navidad ya no es una originalidad que cause sorpresa.
Es más, todos esperamos en este diciembre recibir aunque sea un coment en la página personal.
O algún obsequio de los familiares más cercanos.
Pareciera que necesitamos esa demostración de afecto, aunque todo el año nos repitan una y otra vez que nos aman.

Volvemos a la infancia, un lejano Sur lluvioso, vitrinas atiborradas de juguetes que jamás llegamos a tocar y que nos perseguían en sueños; esperanzas inconclusas, deseos de ingresar a la fiesta ajena, o a la propia, si se pudiera tener una.

Adorné un arbolito por primera vez a los 12 años. Una edad adecuada para tomar iniciativas personales.
Pinté ampolletas en desuso y corté algunos papeles que sobraron de los trabajos manuales del colegio.
Ahora que lo recuerdo quizás era un árbol horrible, ajado, con las ramas caídas y olor a cementerio. Los pinos húmedos tienen ese olor (la inocencia tiene otra mirada). Ese día fue el más hermoso de los árboles.

Cuando por la mañana encontré en su orilla mi primer regalo, el vestido de organza amarillo más deslumbrante que haya visto en mi corta vida. Mi madre había gastado todos sus ahorros en aquel regalo que me enseñó la delicadeza de dar.

martes, diciembre 07, 2004

Obsequios de Navidad (III)

Aquel año mi amiga Janet tomó la batuta de la celebración.
Como cada Navidad, la pequeña Capilla se vistió de gala, cortinas de teatro incluidas, nacimiento “en vivo”, con ovejas “de verdad” y un bebé recién nacido, que no lloró en toda la obra. En realidad fue el mejor actor. Los pequeños disfrazados de reyes magos o pastores pusieron el toque final.
¿Cuál de todas las navidades fue la mejor?
Concretadamente, todas.

El conjunto de imágenes forma un gran calidoscopio en la memoria, una burbuja de colores donde, desde el centro, voy recorriendo los momentos, reviviéndolos y disfrutándolos una vez más.
Nunca he sostenido que el tiempo pasado fue mejor. Ni peor. Pero a veces una se detiene y rebobina la película de su ayer, para disfrutarla de nuevo.

En esta Navidad cerraremos el círculo y abandonaremos la nostalgia para ser libres. Libres de irnos por el mundo o quedarnos a crear nuevas opciones, nuevos espacios. Dejaremos los recuerdos encerrados e iniciaremos un nuevo tiempo; un tiempo que iremos llenando con fotos, momentos felices y destellos de Su gloria imprescindible.

La puerta está pronta a cerrarse. Iniciaremos en el 2005 un camino irreversible. Indudablemente habrá otras navidades para ti y para mí. Más maduras, más comprensivas, menos lúdicas tal vez; hemos crecido. El dolor nos ha pasado por su cedazo y nos ha depurado. Como dice algún autor por ahí: “Lo que no mata, fortalece”.


sábado, diciembre 04, 2004

Obsequios de Navidad (II)

Obsesionada por un par de zapatos nuevos, su madre le aconsejó que los pusiera en la ventana la noche de Navidad. Tal vez pasara por allí el viejito pascuero y le dejara un par nuevo. (Su madre tenía la esperanza que por esa vez, sólo por esa vez su marido no se fuera de farra).

Así lo hizo.
Por la mañana todos los niños, casi de madrugada, corrieron a buscar sus regalos.
Ella también corrió hacia la ventana.
Allí no había zapatos nuevos; ni siquiera estaban los suyos, rotos y ajados todavía le servían.
Viejo ladrón, dijo bajito, temiendo ofender algún espíritu anónimo.

Obsequios de Navidad (I)

Encantadora ella.
Me regalaba cada Navidad alguna minucia sacada de la feria artesanal, del mercado persa o del baúl de sus recuerdos, como si fuese el regalo más costoso.
Mis amigas se burlaban de las demostraciones de agradecimiento con que recibía aquel presente, pero ¡qué quieres!, la anciana lo hacía con la mejor de las intenciones.
Nunca me expliqué ese afecto. Por ese tiempo yo era distraída, ensimismada y bastante tímida. Casi lindante en el autismo. Siempre con un libro entre los ojos y pocas sonrisas, no estimulaba a nadie para que buscara mi amistad. Y sin embargo ella aparecía cada año con un regalito y un saludo cariñoso.
Con el tiempo llegué a odiar esa devoción que me comprometía a actos que no deseaba hacer. Y que no hice. Pero la conciencia me recriminaba la incapacidad de retribuir en alguna medida ese lazo indeseado.

jueves, diciembre 02, 2004

Breve apología de la tontera.


“la necedad está colocada en grandes alturas…” (Cohelet)


Frecuentemente me topo con personas que desean descubrir su coeficiente intelectual, en una búsqueda de sí mismos y de esas reacciones imprevistas que observan en su conducta, en general con nefastos resultados.

Mi abuela decía: “hacerse la tonta es mejor que andar en auto”, cuando los autos eran la octava maravilla de la humanidad, no como ahora que cualquier vago maneja un Porche 911, exhibiéndose a bocinazo limpio.

La tontera abunda como la hierba del campo, por todas partes, en bruto o ilustrada.
Lo que sucede nos es lamentable. Nadie quiere aceptar su estado. Todos nos creemos inteligentes, regias ellas, apolíneos ellos. Y con derecho a opinar de este mundo y del otro, sin dejar títere con cabeza. Desde esa perspectiva ¿quién puede aceptar que se es tonto de capirote?

Los tontos no conocen la humildad.

Ser tonto es un arte y una disciplina nada de despreciable. La historia registra una innumerable cantidad de individuos que llegó a ostentar los más altos cargos de su nación, rey, emperador, senador u otros de gran notoriedad e influencia. Y claro, hicieron del desatino una ley. La embarrada fue histórica. Desastre total. Países destruidos, muerte y decadencia; como el paso de las langostas, nada quedó en pie.

Hoy la tontera se ha multiplicado a tal punto que hallar un hombre sabio o una mujer con sentido común es una empresa en quiebra y a nadie le interesa. No rinde ningún beneficio.

Sostengo: la tontera es un arte incomprendido en la sociedad. El que la cultiva de manera constante tiene la posibilidad de gobernar el mundo.

Oh sí, me dirás que exagero.
Tal vez.
Reconozco que a veces lo tonta me sale natural. Es ahí cuando escribo páginas como ésta, sólo para divertirse un rato.

Tontos del mundo, uníos. Así destruiremos el mundo más rápido.


miércoles, diciembre 01, 2004

Momentos inesperados.

(Para Jess).

La precariedad humana suscita un sentimiento de compasión y reciprocidad que es difícil definir. La incertidumbre de cada mañana nos acompaña. No sabes si será la última vez que traspases la puerta de tu hogar; el último beso de despedida a los hijos; la última mano alzada al subir al bus. Como el salmista lo dice bellamente: “sepa yo cuán efímero soy”.

La incertidumbre perturba a aquel que no examina las señales de los tiempos. Hay visos de claridad en la frontera de la esperanza; hay un día feliz que se acerca; hay una espera que acaba; hay un canto de gloria al final del camino. La liberación de los huesos, la carne y la sangre; la conclusión del simulacro, el destape de todos los hedores, la batalla en su fase concluyente, la derrota de los miedos.

Ninguna garantía hay para que en cualquier momento no recibas la herida sutil, la palabra vulgar o la noticia insolente; no hay garantía frente a los cambios y al continuo circular de la tierra; en el brote de los árboles están las alergias y en la ignorancia de la historia está tu desasosiego. Nada hay que no esté ya dicho. Todo está ahí, en el resplandor de las palabras ignoradas, en el continuo transitar de las nubes y tu mano que envejece como papel al sol en este día de ruptura.

Nunca es lo mismo.
Siempre es lo mismo.

Mañana, cuando no puedas tocar la música inmortal ni puedas estar en pie frente a la muchedumbre que canta y se mimetiza con tu voz, sabrás que la precariedad, inherente a todos nosotros, es esencial para la felicidad.

martes, noviembre 30, 2004

Comercio navideño.

Camino por el centro de Santiago y me desconcierta un poco que la Navidad se nos deje caer tan pronto. Pareciera que recién estábamos tiritando de frío y ahora casi asados.

Como cada año escucho la misma cantinela. Que el comercio se aprovecha de lucrar con la cristiandad, con la fe de los creyentes y más aún, con la inocencia de los pequeños.
Lucrar.
Ganar dinero.
Hacerse “la América”.
Sacarle partido a la ocasión, etc.
La pregunta del millón: ¿Quién NO lucra con el trabajo?
¿Acaso tú trabajas por amor al arte?
Piden dinero las iglesias.
Lo hace la Teletón, y las empresas que la auspician.
Lucran las radios seculares. También las evangélicas.
Todos quieren una tajada de la gran torta de moneda circulante.

No tengo nada contra el precio justo, la pesa justa y el comercio honesto. No sé que manía de algunos educadores y sentimentaloides que desean siempre aguarle la fiesta a todo el mundo. ¿Acaso los profes no ganan su remuneración todos los meses? Y vaya cómo lo ganan. Conozco a más de uno asiduo a “tirar licencia” por cuánta historia se le ocurra, al punto que durante el año escolar apenas trabaja unos meses. Y después esos mismos critican la comercialización de las fiestas. Eso me deja sorprendida, por no decir "¡qué carita!"

Reconozco que el comercio exagera.
“Le ponen harto talento”.
Importan cualquier cachivache inútil.

Conozco un amigo que lucha como “gato de espaldas” para sobrevivir todo el año, entre patentes, impuestos de esto y lo otro, formularios de índole diversa, oficinas fiscales cada vez más leguleyas; proveedores que encarecen los productos, colocan nuevas reglas, sesma incluido, competencia desleal, venta de “cuneta” y otras lindezas que no vale la pena enumerar. La mejor fecha para él son las fechas clave: día de la madre, día del niño y Navidad, si es que logra superar la competencia de las grandes tiendas con todo su poderío.

Si la Navidad se ha trasformado en una fiesta casi lindante en el paganismo no es culpa del comercio. Es nuestra.
Mía.
Esa locura temporal que se desata llegando el primero de diciembre es tan inexplicable como la locura de las empanadas para las Fiestas Patrias o comer pescado para Semana Santa, limones incluidos a precios disparatados.
Definitivamente somos un pueblo inmaduro, intentando demostrar que podemos o tenemos más, al igual que a los cinco años presumíamos del poder de papá o la linda mamá que nos venía a buscar a la salida del kinder.

Hay una competencia feroz en quién le regala al niño la mejor bici, a la niña la auténtica Barbie de última, que vale un ojo de la cara y que después de las fiestas estará a menos de la mitad del precio.
¿Y Jesús?Lo más bien, gracias. Vivo, santo y olvidado hasta en los papeles de regalo; reemplazado por un anciano que cada vez se nota más decadente.
¿Y la fe?
Ahí, sobreviviendo a los avatares de la incredulidad.
O enredada en la maraña de las compras excesivas, de las solicitudes de préstamo y los deseos imposibles.

¿Culpa del mercado?
¿No será por la demanda?

Por supuesto, nosotros somos sensatos, nada de exhibicionistas y moderados en eso del tan mentado consumismo. ¡Ja!



Seguimos blogueando.

Todavía no pierdo la capacidad de maravillarme con algunas páginas que voy descubriendo. Algunas de amigos y amigas, otras de perfectos desconocidos.

Visita éstas:

http://mixequita.blogspot.com/


http://plagas.blogspot.com


sábado, noviembre 27, 2004

ÉL.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío…”
(Luis Cernuda)


Las palabras se vuelven insuficientes e imperfectas; el lenguaje entorpece la verdad hasta el punto que todo se vuelve banal y descolorido.
Rutinario.
Digo: te amo, pero de tanto repetirlo pierde su fuerza. ¿Cómo recuperar el asombro de las palabras dichas por primera vez? El deslumbramiento del bebé que logra gritar mamá, entre la algazara de la familia; la belleza inasible en la armonía en una canción, o en la plegaria cotidiano.
Me supera la palabra.
Sin embargo el nombre que pronuncio cada día es siempre nuevo. Tiene el esplendor y la fuerza de la primera vez. Cuando lo escribo es siempre real, como si esas letras de gráfica delicada revivieran continuamente.

En el nombre está Él, el Amado.
Jesús.

jueves, noviembre 25, 2004

Violencia.

Para celebrar en grande el Día Internacional contra la violencia hacia la mujer, un hombre, habitante de la comuna de San Ramón, “motivado por los celos, ultrajó y estranguló esta mañana a su esposa.
Víctor Marcelino Astudillo, de 39 años, cometió su irracional acto a eso de las 09.00 horas, luego que su mujer, Magaly Jara Valenzuela, de 36, regresara de la escuela donde todos los días dejaba a sus cuatro hijos.
Informaciones de los vecinos señalan que ambos estaban separados de hecho por los celos enfermizos del imputado, quien habitualmente golpeaba a su mujer.
La victima había presentado una denuncia por violencia intrafamiliar ante las reiteradas golpizas que recibía. Hoy todo terminó en una tragedia familiar, donde una nueva crisis y agresión por celos dejó huérfanos de madre a cuatro pequeños niños.”
http://www.latercera.cl/articulo/0,6727,3255_5668_100522972,00.html

Estudios del INE establecen que un 90% de denuncias por violencia intrafamiliar hechas en Chile durante este año, afecta a las mujeres.

Preocupante, por decir lo menos.
Me he quedado lela. Lo siento.


lunes, noviembre 22, 2004

Si la gente besara más, habría menos divorcios.

Ah, si me besaras con los besos de tu boca!
¡Grato en verdad es tu amor, más que el vino!

Cantares Cáp. 1.

Antes que Cátulo o Plutarco, el rey Salomón había descubierto este saludable ejercicio. Indudablemente que el ingrediente esencial para éste es el amor, de otra manera se transformaría en un mero deporte para fortalecer los músculos, lo que le restaría eficacia y una garantía de obtener los resultados esperados.

Una leyenda (o historia verdadera) se remonta al año 125 A.C, cuando las personas comenzaron a abrazarse y a besarse debido a una ley promulgada por los romanos. Las mujeres tenían prohibido ingerir vino (en esto de las prohibiciones podríamos estar toda la noche). El esposo, por ley estaba obligado a tomarle el aliento, ley que les resultó bastante agradable. Todos los días “él” verificaba el tufillo. Cada vez más cerca, más cerca… Y les gustó, así es que de ley se transformó en un hábito que se practica en casi todo el mundo.

Tengo varias razones de peso para sostener el título de este post: “Si la gente besara más, habría menos divorcios.”

1.- Una de las pocas cosas que podemos hacer en forma gratuita, es besar. A menos, claro, que te dediques al "oficio más antiguo del mundo".
2.- Un buen beso provoca verdaderos cambios en el organismo humano. Quema entre 3 a 12 calorías; pone en movimiento nada menos que 12 músculos de los labios y otros 17 de la lengua; y hace que las pulsaciones cardíacas pasen de 70 a 140, excelente tratamiento para el corazón.
3.- Estimula la saliva, elimina partículas de comida de los dientes, también hace disminuir el nivel ácido que causa las caries y la placa dental (eso dice la ciencia).
4.- Relaja, quita los dolores de cabeza y estimula el sistema hormonal.
5.- Alegra el corazón y levanta el ánimo.
6.- Aumenta la elasticidad de la cara.

Para realizar el ejercicio en cuestión, búsquese un interlocutor válido (o sea, del sexo contrario). ¿Qué no puede encontrar ninguno (a)? Ese ya es otro tema, no de mi incumbencia, por supuesto. Sólo asesoro en ejercicios varios a pedido del "respetable” lector, léase amiguis de diverso pelo.

Sigamos.
Ideal es practicar en un lugar privado. Por favor, no se bese apasionadamente en la calle; aparte de ordinario, es una ostentación para aquellos que están solitos, como se dice en Chile “no cuente plata delante de los pobres”.

Él: Tome la mano de la susodicha. Dígale palabras tiernas. No hay nada más desagradable que un macho brusco, sin consideración ni tino. Tóquele la nariz, tipo beso esquimal, sin agresividad. Estamos besando, no es un concurso de resistencia. Pausado, no sea urgido, todo llegará. Déle la intensidad necesaria, dependiendo del lugar y el momento. No queme calorías por apresuramiento. Si lo desea, cierre los ojos (si está en un lugar público, mejor que no).

Ella: No sea escrupulosa, microbios hay hasta en el aire. Todo amor requiere sacrificios y éste es uno de los más agradables. Sea natural, dígale que lo ama. Déjese querer. Es usted una mujer agraciada por la vida. En el mundo hay millones de mujeres que jamás han sido besadas, a pesar de su belleza o inteligencia. Muchas darían parte de su fortuna por un beso (esas son las inequidades de la vida, ¡qué le vamos a hacer!).
Agradezca a Dios por ese hombre. Y por favor, saque de su linda cabecita ese antiguo cliché de “el sexo es el pecado original” (¿quién inventaría esa lesera para premiarlo?). El sexo es creación de Dios, si no me cree lea: Génesis Uno: “Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, y los bendijo con estas palabras: Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra…”
Sin embargo "no se suba por el chorro" y termine en un motel. No, pues. No seré yo quien le incentive a la promiscuidad o la lujuria.

El paso que sigue requiere un compromiso firmado, como todo lo valioso. Si hasta para pedir plata prestada tenemos que llenar papeles y comprometernos a un montón de cosas, ¿por qué no deberíamos hacerlo en algo tan serio como practicar ejercicio juntos?

viernes, noviembre 19, 2004

La nueva ley de divorcio.

Cuando se abrieron las puertas de la Secretaría de la Corte de Apelaciones de Santiago, ya había presentadas 14 demandas de divorcio. Las primeras que ingresan a tramitación judicial bajo la nueva ley de matrimonio civil que comenzó a regir a contar de ayer, jueves 18 de noviembre 2004.
Tras 10 años de discusión parlamentaria y 120 años de vigencia de la antigua,¡nos salió una nueva ley de divorcio! ¡Eureka!, celebran algunos, como si se hubiese descubierto la pólvora.

¿Qué hay que celebrar?
¡My God!
¿Qué se casaron con tantos sueños y se destruyeron en el tiempo?
¿Qué se prometieron cosas (ingenuos ellos) que no supieron cumplir?
¿Qué terminaron tirándose los platos por la cabeza?
¿Qué hubo cientos de noches lloradas o terminadas en la posta?
¿Qué los hijos sufrieron todos los atropellos imaginables?
¿Eso vamos a celebrar?

Para eso, mejor tomemos nuestra celebración y hagamos bolitas con ella. Vergüenza debería darnos de ser un país mediocre, que no sabe para dónde apunta. No saber qué significa integridad, la palabra empeñada o la delación. Vergüenza debería darnos que los hijos sean testigos inocentes de tanta barbarie.

Me voy a encerrar en casa a llorar sobre nuestra decadencia, y conste que no tengo nada contra el divorcio. Lo que tengo es pena del largo y ominoso proceso cómo se llega a él.

Tal vez deberíamos pensar un poquito más antes de dar el famoso Sí.
Tal vez después de haberlo dado deberíamos sostenerlo como el primer día.
El amor se construye sobre miles de actos pequeños de aceptación, renuncia y respeto.
¡Lástima por nosotros que todavía no descubramos lo fundamental!


miércoles, noviembre 17, 2004

Cuando los ángeles cantaron.

¡Oh chicos!
¡Oh criaturas inocentes que castigáis mis oídos, mis pobres tímpanos con tanto ruido lastimero, pretendiendo que son alabanzas al Altísimo!
¡Oh, ministros de alabanza en decadencia!
Si por una, sólo por una vez pudierais escuchar la música del cielo, tal vez renunciaríais a golpear cualquier instrumento musical, de pura vergüenza (perdonen la franqueza).

*

Pocas personas tienen tan buen oído como un pastor.
Conoce “la voz de sus ovejas”; conoce el clima, sabe cuando se aparean y más aún, les coloca un nombre particular. A cada una llama por su nombre y las arrulla en los días de invierno, cuando hay poco pasto y mucha soledad.
Me agradan los pastores.
Tienen un gran sentido musical.
Algunos hasta hacen música. Y las ovejas les acompañan con el coro, mientras los perros ovejeros revolotean cazando mariposas o realizando cabriolas en el prado.

Cerca de donde vivo todavía hay pastores. De cabras. Un escaso rebaño logra sobrevivir al avance de la ciudad que en poco tiempo los hará desaparecer hacia los cerros más lejanos. La madre pastora saca leche, hacen queso o venden los cabritos más nuevos. Éstos son especialmente juguetones y su piel es bella y reluciente. Triste destino de animal (estoy que me hago vegana).

El evangelio de Lucas relata aquella noche única, especial, sin precedente y sin repetición. La música del cielo fue oída por los humanos… y por las ovejas; los ángeles no pudieron resistir y bajaron a observar el prodigio.

Aquella noche, en un lugar cercano, unos pastores estaban velando y cuidando su rebaño. De pronto se les apareció un ángel, y la gloria de Dios los iluminó con un gran resplandor. Los pastores fueron presa de espanto, pero el ángel les dijo:

¡No os asustéis! Yo he venido a traeros noticias que llenarán de alegría los corazones. Hoy, en Belén, la ciudad de David, ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. Esta será la señal para reconocerlo: hallaréis al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Repentinamente apareció con el ángel una inmensa multitud de las huestes celestiales, que entonaban un canto de alabanza a Dios, diciendo:



"¡Gloria a Dios en las alturas,
y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!".

martes, noviembre 16, 2004

El nombre.

Roma, señora del mundo, ni se imaginaba que en ese momento estaba siendo invadida. En ese preciso momento se iniciaba el proceso de su decadencia y ruina total.
Era Gabriel que recorría la tierra. Juntaba evidencia. Distribuía mensajes de acuerdo a la exacta bitácora pre establecida.

Va a casa de una joven.
María.
¿Sospecharía la sencilla muchacha de Nazareth que alguna vez sería una estatua de sobre el cerro San Cristóbal, en lo más alto de Santiago de Chile? Réplica de otras tantas estatuas distribuidas estratégicamente como centros idolátricos. Obviamente no. Y sin embargo los hombres desnaturalizaron el principio.

Lástima.
No por ella, por supuesto. Ella fue, en sus propias palabras “bienaventurada”. Nosotros hemos perdido en pactos de siglos. Acuerdos secretos, infamias en nombre de la fe. Muertes, torturas, siempre lo mismo. Deterioro paulatino de la verdad hasta borrar de nuestras mentes la imprescindible Palabra de Cristo. Reemplazadas por profetas falsos, por religiosos oscurantistas, miedo a la luz. Se desvirtuó hasta el significado del género femenino/masculino.

Gabriel la tranquilizó cuando apareció así, de improviso. Todos los días no se ven ángeles dando vueltas por ahí. “María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo…”

Eso es.
Contra toda persecución, contra toda decadencia, contra nosotros mismo y nuestra incredulidad, el Nombre de Jesús se eleva sobre las edades y altera la corrupción, como un símbolo del reino establecido; como una esperanza.
“…sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;”

domingo, noviembre 14, 2004

Ninguno como él.

Antes del siglo I hubo una invasión de seres extraterrestres.
Miles y miles de seres llegaron desde las altas esferas en una preparación previa. No era cualquier cosa aquel suceso. Era nada menos que el cumplimiento de promesas, de profecías, de sueños, de esperanzas; voces que clamaron por siglos de injusticia, sangre que gritaba los crímenes y las torturas de la guerra; muertes prematuras, iniquidad. Todo fue puesto a prueba en ese instante.

Zacarías recibe la primera visita. Yo soy Gabriel, le dice ante el temor del hombre y ante sus dudas.
Zacarías, no temas;(…) tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios (…) y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. "

Mudo quedó el anciano. Creo que a cualquiera de nosotros le pasaría lo mismo; más aún si tu mujer es estéril y además, anciana; difícil de aceptar así como así. No vamos a venir ahora a darnos de “los súper fe” diciendo que nosotros no haríamos ningún alboroto, que creeríamos todo a pie juntillas.

Así nació Juan. Ni se les ocurra llamarle Juanito (por esa manía que tenemos los chilenos de hacerlo todo chiquito); Juan fue un impresionante ser humano.

Lástima. Murió decapitado.

Consuelo, Jesús dijo de él: “Os aseguro que entre todos los nacidos de mujer no ha habido ningún otro mayor que Juan el Bautista”. Ese sí que es un elogio, más aún de quién viene.

Para referencias lea: Evangelio de Mateo, Cáp. 3; Lucas Cáp. 3.

sábado, noviembre 13, 2004

Arreglos previos.

Caminando el barrio Estación Central una tiene la impresión de haber ingresado por el túnel del tiempo directo a diciembre.
Luces de colores titilando en todas las tiendas, lentas melodías envuelven en un aire de fiesta y nostalgia; viejos pascueros invitando a adquirir las más inverosímiles ofertas, regalos al por mayor y menor, papeles de colores, adornos…

Todo al alcance de cualquier bolsillo, que tenga dinero, por supuesto. No te imaginarás que esto es gratis, no pues. Esto es lo mejor de lo mejor para la clase de escasos recursos, pero que todavía puede adquirir un juguete barato y llamativo para su hijo, que se esforzó todo el año y pasará a un curso superior. No tiene la sofisticación de un mall, pero es puro y honesto comercio, lo que no está mal, en algo hay que trabajar y ganarse el pan cotidiano.

Pero Jesús brilla por su ausencia, como sucede año a año. Transformamos la Navidad en una fiesta semi-pagana, con toda su decadencia y su mentira. Porque si en algo vamos a concordar, esto no es el nacimiento del Jesús de la Biblia. Es sólo un pretexto para cualquier cosa, una tradición que ha perdido su objetivo, o tal vez ese fue siempre el objetivo, no sé.

Para honrar al Amado, quien tomó forma de hombre y nos vino a enseñar unas cuantas cosas, te propondo un desafío: conocerle. ¿Cómo podríamos? Leyendo su biografía, sus palabras y que descubramos la potencia de su mensaje, nada que ver con ancianos de rojo, renos y toda esa triste parafernalia.

Tal vez leyendo los evangelios recuperemos la auténtica natividad y el correcto sentido de su primera venida.

Apuesto a que te atreves. Empezando por Mateo o Lucas, no estaría nada de mal.

viernes, noviembre 12, 2004

Celular.

Tanto la amaba que cuando estaba con ella, apagaba su celular”
(Héctor).


He visto los niños jugar a los teléfonos con cajas de fósforo vacías y un hilo uniéndoles en un diálogo ininteligible.

He visto chicas escuchando una caracola que trae los profundos sonidos del mar, ensoñando con el resplandeciente verano y el perfume definido de la playa.

Veo cientos de hombres y mujeres con walkman, aislados, viajando en buses fétidos rumbo al trabajo, o de regreso.

Superando a todos aquellos aparatos, el moderno celular nos invade. Definitivamente la tecnología arremete junto a las empresas que desean someternos a sus intereses, que no son escasos.

Por donde camino me encuentro con esa boba expresión de “no estoy aquí” sino en el invisible diálogo, como un rezo mántrico. Una obsesión, un quedarse alelado en plena calle, aunque esté diluviando, aferrados al celu como a una tabla de salvación.
Extraño y turbador. Ignorar atardeceres, sonrisas de niños, olores, sabores o meditaciones imprescindibles esperando el sonido sin tregua que reclama “atiéndeme, te estoy llamando”.
Escucho secretos, gritados en micros malolientes; oigo confesiones espeluznantes; me entero de las más inverosímiles tragedias, yo que siempre he procurado no meterme en la vida de nadie, soy testigo forzada a saberlo todo de un prójimo que se bajará en la próxima parada.
Considero casi una impudicia hacernos pasar por semejantes dilemas.
Prometo que yo no incurriré en esa falta de delicadeza. Prometo que jamás hablaré a voz en cuello, con o sin celu. Es más, prometo jamás comprar uno (ahora si alguien me lo regala, yo no me opongo, ya se me pasó lo tonta/lesa).

jueves, noviembre 11, 2004

La cartera.

Un objeto mágico, sorprendente y misterioso que puebla nuestra vida es la cartera de mujer. Basta dejarla entreabierta para que suscite toda clase de interrogantes y unos locos deseos de conocer su contenido.
Los hombres le tienen una fobia especial, como si al aventurarse dentro fuesen a encontrar un amante francés, pasajes para Cancún o el “sobre azul” (contrato de divorcio o receta del siquiatra para internarlo). Ninguno se atreve.

He sido testigo y protagonista de tremendas disputas por el tal adminículo. Recuérdese aquella mujer que encontró una en un basurero conteniendo cinco mil dólares. La pobre trabajadora terminó en la comisaría, alegando inocencia, y claro, como todo el mundo alega lo mismo, nadie creía su historia.
Según Freud (¿de verdad se preocuparía del temita?), la cartera es una extensión de la vagina, algo así como un sexo ambulante. O sea, cuando un “ladrón a chorro” te la roba, estaría robándote la parte aquella ¡No...!

¡My God, lo que se puede descubrir estudiando los maestros psicolocos, y una ignorante, con su carterita al hombro provocando cualquier desequilibrio emocional.
Desde mañana renuncio a ella.
Claro, eso sí, no garantizo que lo pueda cumplir.

jueves, noviembre 04, 2004

Mis amigos.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos...” (Jesús)


No es poca cosa tener amigos.
Amigos que toman decisiones importantes como irse de misioneros a la India o estudiar Pedagogía en Religión (una carrera muy venida a menos).
Amigas que deciden procrear cuando todos les dicen que aborten.
Amigos que se enamoran “hasta las patas”, que darían todo por ese amor.
Amigas que llegan a mi casa sólo para conversar, y tal vez tomar un mate, en alguna tarde de domingo.

Amigos que leen poesía sin una pizca de vergüenza.
Amigos que alaban a Dios como si ese fuese el último acto de su vida.
Amigas que llegan cualquier día con un regalo “porque sí”.
Amigos que oran por el mundo con la fe inocente de niños de cinco años y la certeza de ancianos de ochenta.

Amigos que son capaces de pedir perdón, aun cuando saben que ellos no están equivocados.
Amigos que no celebran cada año nuevo arrepintiéndose de lo que no lograron.
Amigas que abrazan sin hipocresía.
Amigas que no te piden explicaciones.

Amigos que escriben blogs y no se sienten superiores al resto de las personas.
Amigos que contra todo memorizan la Palabra e intentan vivirla, contra toda oposición.
Amigas y amigos con los cuales puedes llorar o reír sin justificarte.

Eso y mucho más.
Por todos ellos doy gracias a Dios que los ha colocado justo aquí, en este tiempo magnífico.

miércoles, noviembre 03, 2004

Manos de mamá.

Sus manos se extienden hacia la pequeña que está aprendiendo a caminar.
Es su que se amor prolonga en el gesto protector, aun cuando ella también es una niña.
¿Cuántos años tendrá? Tal vez 13 o 14.

En el nerviosismo de sus manos adivino la juventud truncada por un embarazo inesperado, el engaño, el desprecio de un vecindario intolerante, la pena del abandono, la sorpresa.

¡Qué trivial y qué grandioso!

Esas manos pequeñas, alargadas en el gesto cotidiano, cuentan la historia de todos nosotros, guiados en los pasos endebles, el ejercicio constante, la paciencia…
Sólo una madre podría realizar tamaña empresa.

La miro y sonrío recordando a mi madre en un gesto semejante.
Se repite la vida en ese infinito movimiento y a pesar de las repeticiones es siempre extraordinario, bello.

Alza la cabeza y me saluda brevemente, sin quitar la mirada de la bebé que desea liberarse de esas manos y caminar lejos, siempre más lejos...

lunes, noviembre 01, 2004

Primero de noviembre.


“La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres. Estos conmueven por su condición de fantasmas; cada acto que ejecutan puede ser el último; no hay rostro que esté por desdibujarse como el rostro de un sueño. Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso.”
("El Inmortal", Jorge Luis Borges).

domingo, octubre 31, 2004

Hay verdades absolutas.

“Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema.”

El apóstol Pablo en su carta a los Gálatas, sostiene no hay otro evangelio.
Escribo estas palabras para afirmar mi confianza en lo que está escrito en La Palabra, a propósito del relativismo que nos atropella con su parafernalia.

Y espero que Jesucristo me ayude a ser consecuente con ella.

sábado, octubre 30, 2004

Copiones.

Definitivamente nos hemos ido transformando en una mala copia calcada por la ambición de la época.
Las casas comerciales (conste que no tengo nada contra esa esforzada actividad) se llenan de unos disfraces aparatosos, remedos de películas de terror que esperan la llegada de Halloween, día designado para las elecciones municipales.
Las discotecas se preparan para la anunciada fiesta que les reporta las mejores ganancias del año, mejores incluso que las del Año Nuevo.

Algunos alegan que esta fiesta está reñida con la moral, que no corresponde a nuestra idiosincrasia, en fin, razones más o menos no quitarán el deseo de pasarlo bien (¿?) después de la lata de ver cómo cuentan los votos y celebran los ganadores (en este caso todos lo serán, como buenos políticos que son).

¿Qué tengo yo que ver con Halloween?

viernes, octubre 29, 2004

Cuenteros.

Detesto las preguntas que me obligan a elegir, tipo ¿cuál es tu libro favorito?
Días atrás me preguntaron algo similar: ¿Cuál cuento te ha gustado más de todos los que has leído?
¡Cielos!
Y me puse a pensar.
Me han gustado todos los que he leído. Si no me gusta algo en las primeras líneas, no lo leo. A una le obligan a tantas cosas, sería una lesera que también la masoka se obligara a sí misma a lecturas indeseadas. No, pues.

Para satisfacer la curiosidad de mi interlocutor (tanto le gustan las listas y las estadísticas), daré una respuesta totalmente incompleta. Si listara todo te aburrirías. (Te invito a leer Fuga, donde estoy colocando algunas lecturas interesantes).

El Inmortal, de Jorge Luis Borges.
La noche boca arriba de Cortázar.
¡Diles que no me maten! de Rulfo.
La oveja negra y La fe y las montañas de Monterroso.

En fin, podríamos seguir con toda una gama interesante. Visítame:

http://fugavirtual.blogspot.com



jueves, octubre 28, 2004

Autorretrato.

Un experimento de madre soltera, y no lo digo peyorativamente.
El amor, la ingenuidad, la ignorancia, jugaron a mi favor en el acto de la creación.
¡Cómo quise tener un hermano! Uno alto, como Jorge, que defendía a Elsa, y la acompañaba a todas las fiestas y terminó siendo mi hermano mayor soñado.
La soledad ha sido el estado permanente y natural.
La poesía y los libros el lenguaje cotidiano.
La música del banyo en los dedos y la guitarra cantando el himnario pentecostal, sin música, así, “de oído”.

Una Biblia abierta cada día, lectura diaria en voz alta, para mi madre, la mejor hora después del trabajo. Años de lectura dejaron una herencia de palabras y sonidos que habitan todas mis horas.
“Don de la cachativa” bastante desarrollado.

Nota en el carné de conducir: 5.9, sin choques ni accidentes. Velocidad promedio 60 kms. X hora.
Lectora. Si me definiera en una palabra, soy Lectora.
No me son ajenos ni la composición de las margarinas en el supermercado, ni los avisos publicitarios en el Metro. Toda letra me atrapa con sus movimientos graciosos y sus formas, a veces delirantes.
Sentido de la ironía, frecuente.
Amor máximo al que me amó sin condiciones. Sólo Él justifica mis días y mis actos.

miércoles, octubre 27, 2004

Encuentro.

Ahora que se va el invierno,
Ahora que crecen los almendros y florecen los lirios;
Ahora que los niños no tiritan
Con sus labios amoratados,
Ahora iré a la playa a buscar la caracola que está esperándome
Pegada a las rocas, soñando con mi mano
Y mi caricia.
Cuando suceda, ya no tendré frío
Ni los países serán lejanos
Porque ella cantará para mí todas las historias que me han sido negadas.
Su perenne murmullo adormecerá mis noches
Y la muerte huirá de mi casa
Mientras mi caracola cante al oído.


lunes, octubre 25, 2004

Romanticismo.

Javier era romántico.
Definitivamente sentimental y poeta.
Caminaba con un libro de tapas duras llamado “Antología de las mejores poesías para recitar” y aspiraba a la belleza y la libertad.
¡Ah! Y era incondicional de G. A. Bécquer.
Soñaba con una casa llena de rosas y una mujer hermosa que lo esperase cada tarde, que bordara manteles con las iniciales de sus nombres y, en lo posible, tocara el piano (y de paso, le diera buen sexo y algún dulcecito, según el manual de la perfecta casada ¡cielos!).

No tuvo suerte.
Ella sí tocaba el piano, pero terminaron divorciados a pesar de Mozart y Debussy.
Tal vez demasiadas flores y poca comida.
Tal vez el puro sentimiento no basta para la vida toda, no lo sé.

Sin embargo el romanticismo es más que poesía, flores y miriñaques en las enaguas o florcitas rococó, una imagen estereotipada que los medios han popularizado.
En realidad me cuesta un poco entender el romanticismo; ese potente movimiento innovador que se inició con Schiller y Heine, Wadsworth, Byron y Keats, Víctor Hugo, Espronceda y Bécquer.
El romanticismo coincide con las causas independentistas de los latinoamericanos y las apoyan. De hecho hubo escritores románticos por toda América.
La nostalgia, la exaltación del yo, la fuerza y el esplendor de la naturaleza, la búsqueda constante de la libertad y la reafirmación de la nacionalidad rompieron muchos moldes y algunos fueron injuriados por sus propios contemporáneos.

La persona romántica ama el amor. Un sentimiento exagerado, casi inexistente (tal vez digo mal, debería decir existente, pero difícil de hallar). Y, aunque la libertad no existe, la sueña como el bien más valioso que una persona pueda aspirar.
Ser romántico (a) revela la fragilidad humana, la ambición desesperada de lo absoluto, un deseo que jamás se satisface.

Claro está, en el mundo moderno, un romántico es como coleccionar sellos de correo, valiosos pero inservible para las necesidades diarias. Tanto mall, tanta moda, tanta modernidad, tanta multimedia, tanta tarjeta de crédito, tanta cuenta por pagar, no calza.

Todo se ha reducido a pesos, pesos y más pesos (o dólares, según).

Y sin embargo Javier (al que ya no frecuento), me enseñó la belleza y la poesía, bienes no utilitarios, pero imprescindibles.
Aun cuando no me considero romántica, sí busco la Presencia.
Y eso sí es intransable.




sábado, octubre 23, 2004

Cartas.

Escribe cartas.
Muchas cartas.
Desde su silla de ruedas, cada vez renuncia a su estado para viajar junto a la página escrita.
Son cartas sin prejuicios, sin miedos y sin la extorsión de su invalidez.

En cada página es libre y su pensamiento fluye sin impedimentos. Puede hablar de literatura, política, historia o religión; comenta el acontecer nacional y los avatares de la política con la tranquilidad que da la permanente observación y el conocimiento de los medios.
Las continuas respuestas le traen noticias de Tijuana, de Marruecos, Laos, Suecia, Portugal, China, España, Uruguay, India, y una cantidad de países que jamás podrá visitar, y sin embargo visita en cada carta recibida.

Ha vuelto a ser libre, tal como era antes del fatal accidente.

Es verdad, a veces se desanima. Pero luego siente al cartero que semanalmente recorre los 10 kms. desde el correo a su casa y da gracias a Dios bendiciendo la vida.


jueves, octubre 21, 2004

Hay palabras que hacen soñar.

Toda mi vida he sentido debilidad por ciertas palabras. No tanto por su significado, sino por su fonética. Modularlas de mañana camino al trabajo, con la brisa esparciéndolas en la calle solitaria, es un placer alegre, casi ingenuo. El requisito es modular a solas, sino cualquiera se te reiría en la cara.
La palabra inamible.
Samotracia.
Turquestán.
Gemima.
Chiripiorca.
Sementera.
Inefable.
Vivamente.
Silabario.
En fin. Tantas que me faltaría blog.
Y también la palabra albatros.
Sí, esa. Al-ba-tros.
A-l-b-a-t-r-o-s.
Esa ave enorme que surca los mares australes, libre sobre las aguas, soberana de los hielos, buscando la tierra sólo en el tiempo de anidar (en este tiempo, septiembre a enero).
“Los albatros son capaces de volar por horas, y tal vez por días, sin batir sus alas, porque tienen un interesante truco para atrapar energía del viento. Ellos usan esta energía para estar en el aire y moverse, y entonces no tienen que batir sus alas. Como resultado, los albatros no gastan mucha energía cuando viajan largas distancias: el encumbramiento dinámico."

Mientras los albatros vuelan libres por las heladas aguas, sueño con viajar al Sur y observarlos planear. Sueño con gritar su nombre a la orilla del mar y tal vez, cerrados los ojos, mirar a través de los suyos el eterno oscilar y las violentas mareas.

http://www.avesdechile.cl/albatros.htm

miércoles, octubre 20, 2004

“Pecadillos”.

Una amiga clasifica los pecados por su tamaño.
Es apenas un “pecadillo”, me dice cuando asegura que fue “mentira blanca”.
¿Mentiras blancas?
Parte de esta creencia ancestral, la heredamos -como una mochila cargada de filosofía acomodaticia- del papa Gregorio el grande (siglo VI) quien clasificó siete pecados capitales, como si el resto no tuviesen demasiada trascendencia.
No quiero referirme a aquellos, esos siete, sino a otros vicios que consideramos menores (como dice mi amiga "pecadillos") pero que nos hacen perder el tiempo y juegan con nuestra (todavía) credulidad.

-La impuntualidad.
¡Cielos!, he esperado hasta dos horas que alguien se digne aparecer.
Toda reunión que se precie de importante, deberá iniciarse con 10, 20 y hasta 30 minutos de retraso, incluyendo nuestras habituales reuniones cristianas (he leído hermosos libros y he escuchado bellas canciones esperando la hora de inicio).
Conozco personas que nunca llegan a la hora estipulada. ¿Llegarán tarde a sus funerales, para confirmar la mitología que han creado a su alrededor?

No voy a hacer una apología a la puntualidad. Todo el mundo sabe que el tiempo es valioso (el mío también), como para perderlo en esperas inútiles.

Tampoco gritaré porque siempre llego a la hora fijada (tonterías mías, no más).
Definitivamente voy a comprar música nueva para mi pérsonal, alguno que otro libro interesante y cual Penélope, iniciaré un primoroso tejido para una amiga que tiene un bebé recién nacido.

Porque definitivamente ya estoy en camino a la resignación. Con la serie de tacos en las calles, las vías colapsadas y lo carreta de las micros, armarse de paciencia es la consigna.

Y si llego un poquito tarde, será porque he aprendido la lección: “si no puedes con ellos, únete a ellos”.


martes, octubre 19, 2004

Hoja de anotaciones.

Es sabido que los profes manejan un libro negro, o de tapa oscura, donde anotan lo que les viene en gana de sus alumnos (tal vez no es así, pero esa es la impresión que tenemos).
Un alumno arroja papelitos, otro conversa demasiado, otra mostró sus partes íntimas, o “le hizo ojitos” para que le subiera una mala nota, en fin, todo eso.

Algunos amigos tienen la hoja de vida llena. Uno me dice “es que el profe me tiene mala”. Esta pequeña frase atraviesa todo el sistema educacional. De ella depende la profesión, el futuro, la mujer soñada y tal vez hasta la propia muerte.
¿Exagero?
Tal vez. Tú no sabes lo que se siente cuando un profesor te tiene “mala”.
O “buena”.
Si es lo primero, sujétate firme. Una simple risa se transformará en “falta el respeto al profesor”. Una ingenua nota, aún si es apunte de estudios “tira papelitos a sus compañeros”. Si contesta pronto, “demasiado impulsivo (a)”. Si no contesta es lento, “un uno”.

Luis cursa octavo. Le gustan las casacas de cuero, los pantalones anchos y es medio “pinturita”. Ha sido enviado al psicólogo; le falta concentración y tiene baja autoestima. Todavía no entiende cómo podrá confiar en alguien extraño a su familia. Ni a su padre le cuenta los problemas…
¿Qué podrá hacer la escuela, en especial ese cúmulo de anotaciones (casi todas referidas a juegos infantiles), para mejorar su estado?

Toda la escuela pasa por una cuestión de autoridad.
Comprendiendo la autoridad como un bien en la convivencia, puede transformarse en un arma mal usada por quien la detenta.

Luis presiente que si es dócil y sumiso, su destino cambiaría. Como la Beni que todos los días tiene una palabra amable. Se acomoda en el primer escritorio, contesta con una voz dulce y delicada; servicial a toda prueba. La profesora la mima casi tanto como la Beni a ella. Y en este juego levemente perverso se va desarrollando el destino de unos y otros. Unos en el servicio subordinado y otros para la independencia.

Vergüenza. Eso es lo que le impide ser obsecuente. Como si algo se degradara en su interior. No sabe definirlo, pero sí sabe que prefiere la hoja de vida llena de anotaciones.
A riesgo que su madre ponga el grito en el cielo y su padre lo mire con reproche y le suprima la televisión por una semana.

lunes, octubre 18, 2004

Desafío.

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido y me ha enviado
Uno: a predicar buenas nuevas a los abatidos,
Dos: a vendar a los quebrantados de corazón,
Tres: a publicar libertad a los cautivos,
Cuatro: y a los presos apertura de la cárcel;
Cinco: A decretar el año de la buena voluntad de Dios.
Seis: Darle agua al sediento;
Siete: pan al que no tiene de comer.”

Con esta tareita, ¿no encuentras que nos enrollamos demasiado en las minucias?
Las mujeres tendemos a analizar el detalle y en el análisis se nos va evaporando el deseo, hasta quedar reducidas a un estado de frustración, sin fuerzas para materializarlo.

El desafío de hoy lo acepto. Y no me pregunteré nada. Ni el cómo, ni el cuándo, menos el dónde o el por qué. Ya está bueno de digresiones, Toyita.

sábado, octubre 16, 2004

¿Cuál es tu aroma preferido?

La niña descascara lentamente una pequeña mandarina. Luego me estira la mano con un pedazo. Ese olor delicioso revive un tiempo que no recuerdo, que no logro descifrar. ¿Cuándo olí las mandarinas por primera vez? Quizá en una lejana infancia. Y aun cuando no poseo muy buen olfato, definitivamente hay olores que nos vivifican.
El olor a mar.
La lluvia regando la tierra reseca.
Los cerezos en flor.
La tormenta con ese aire amenazante.
Un beso con pastillas de anís.
En fin… tantos.
Por estos días Richard Axel y Linda Buck recibieron el premio de la fundación Nóbel (2004) por descubrir que una familia de genes controla la producción de proteínas receptoras especializadas en el olfato. Estas proteínas permiten a los humanos reconocer hasta diez mil olores diferentes y recordarlos por el resto de sus vidas.

Con razón. Basta un pequeño olorcillo y nos remonta a mundos que creíamos olvidados. Y volvemos a soñar como en esa época pretérita, o nos sentimos niños otra vez, lo que no está mal.

Y tú ¿cuál aroma prefieres?

viernes, octubre 15, 2004

¡¡¡ MAESTRO!!!

Hoy se ha celebrado en Chile el día de profesor.
Un saludo afectuoso a mis amigos profes y en especial a mi Maestro.
He aquí una clase magistral.

El pago de impuestos al César.
“…le mandaron varios individuos que, fingiéndose muy piadosos, pudieran espiarle y tratasen de hacerle decir alguna palabra comprometedora, a fin de acusarle y entregarle a la autoridad del gobernador romano. Ellos, en una oportunidad, le dijeron:

Maestro, sabemos que tú hablas y enseñas con rectitud, que dices la verdad sin preocuparte del qué dirán y que enseñas el verdadero camino de Dios. Dinos pues, ¿es de ley que nosotros, los judíos, paguemos tributo a César? ¿Debemos hacerlo, o no?
Jesús, comprendiendo lo que aquellos individuos se traían entre manos, les dijo: Mostradme una moneda. ¿De quién dice la inscripción que es esta imagen? Le respondieron: De César.

Pues dadle a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Maravillados por su respuesta, quedaron ellos en silencio; habían fracasado en sus intentos de sorprenderle en alguna palabra imprudente dicha ante el pueblo.

La resurrección y el matrimonio
También fueron a ver a Jesús unos saduceos, los cuales niegan que haya resurrección de los muertos, y se acercaron a él para plantearle esta cuestión:
Maestro, Moisés dejó escrito en la ley que, si un hombre muere sin haber tenido hijos, su hermano deberá casarse con la viuda para dar descendencia al hermano fallecido.
Pues bien, una vez hubo una familia de siete hermanos.
El mayor se casó, pero murió sin descendencia. El hermano que le seguía se casó con la viuda, y murió igualmente sin hijos. Luego la tomó el tercero, y le pasó lo mismo.
Uno tras otro, los siete hermanos se casaron con ella, y todos murieron sin hijos.
Finalmente murió también la mujer.
Ahora nuestra pregunta es: cuando llegue la resurrección de los muertos, ¿de cuál de los siete hermanos será esposa, si en vida lo fue de todos ellos? Jesús les dio la siguiente respuesta:
La gente de este mundo se casa y se da en casamiento, pero los que sean tenidos por merecedores de alcanzar el mundo venidero y resucitar de entre los muertos, ni estarán casados ni se darán en casamiento.

Ellos, que han de resucitar y no han de volver a morir, son como los ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección. En cuanto a si hay o no hay resurrección de los muertos, los escritos de Moisés lo enseñan, pues en el pasaje de la zarza ardiendo se refiere al Señor como "el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob." Y Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos viven”.

Evangelio de Lucas Cap: 20.

jueves, octubre 14, 2004

Pasajera.

"…pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar."

(Machado)


Voraz el tiempo desvanece su sonrisa,
la luz de sus sueños, la prisa de sus pasos,
el movimiento de los dedos, la exacta mirada.

Al principio fue el gateo, el roce matemático,
el constante movimiento y la inquebrantable fe.
La brisa tibia enturbia sus ojos, arruga la frente,
brinca sobre sus pasos, destiñe la voz.
Voraz el tiempo transita en sus neuronas;
arrasa los recuerdos hasta reducirla a fantasma transparente.

Antes del último viaje.

miércoles, octubre 13, 2004

Comercial.

No te sorprendas cuando un auto azul toque la bocina y de él baje un hombre armado y apunte directo a tu corazón.
Tal vez imagines que están rodando un comercial. O el tipo se equivocó de persona.
No te sorprendas cuando la marca te codifique con un número.
Justo en la frente. O en la mano.
Podrás comprar, vender, circular sin problemas por las principales carreteras. Tus hijos serán llevados a buenos colegios y tu esposa podará las rosas esperando en casa, como debe ser.
Nada será extraño.
Ni siquiera te molestarán esos moralistas que andaban para todos lados con un libro de tapas oscuras, proclamando la resurrección (¡vaya imaginación!) de un crucificado; un libro ininteligible, lleno de historias arcaicas, ajeno al mundo moderno.

En el siglo primero de la era cristiana, lejano aquel tiempo, se escribieron las palabras que ignoras. Un hombre publicó tu historia, sólo que no lo sabes.¿Cómo podrías si el sistema la borró de todos los ordenadores?

No te sorprendas que ellos hayan desaparecido.
Te dirán que fueron abducidos por seres de otros planetas.
Te dirán que no pienses. La felicidad, te dirán, consiste en vivir libre de pensamientos y conocimiento inútil.
El sistema decidirá por ti.
El mercado te ofrecerá todas las posibilidades. Elegir será fácil.

Nada te sorprenderá.
Sólo esa breve tristeza que no puedes explicar, que te empalidece el rostro, que hace temblar las manos…
Un recuerdo de voces que hablaban de un cruci...
No, es mejor no pensar, (tal vez es un comercial).


martes, octubre 12, 2004

Cristóbal Colón.

¿Cómo nos veríamos hablando portugués?
Por la incredulidad del rey Juan II de Portugal nos tocó en suerte que nos colonizara España. En 1484 Colón solicita audiencia con el rey Juan ya que este país había iniciado una buena cantidad de viajes exploratorios en las diversas rutas conocidas. El rey le escuchó pacientemente, pero toparon en las exigencias de Colón (parece que pedía demasiado).
Se fue con su proyecto a donde la doña Isabel, quien esperanzada de recuperar algo de lo perdido en la guerra con los moros, le tuvo más fe.

Me admira la tenacidad, el coraje y la audacia de aquellos navegantes (como dijera Carlitos los “e-súper-héroes”), que lograron llegar a un lugar nunca soñado, atravesando todo tipo de dificultades.

¿Qué les interesaba el oro? ¿A quien no? No iban a arriesgar su vida y su patrimonio por “pastillas de pololeo”.
¿Qué servían a reyes interesados en las tierras y a una iglesia oscurantista?
Como sea, aquí estamos. Lo hicieron.

Transcribo aquí un párrafo del Diario de Colón:
“Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo d'Escobedo escrivano de toda el armada, y a Rodrigo Sánches de Segovia, y dixo que le diesen por fe y testimonio cómo él por ante todos tomava, como de hecho tomó, possessión de la dicha isla por el rey e por la reina sus señores, haziendo las protestaçiones que se requerían, como más largo se contiene en los testimonios que allí se hizieron por escripto”.(Bartolomé de Las Casas)

Recibió el “pago de España”, o sea, murió sintiéndose fracasado, enfermo y peleando infructuosamente por sus derechos.
¿Tiene alguna importancia que le recordemos?
Para él, ninguna.
Para nosotros, sí.
Su historia nos muestra valores que creí olvidados.
Su tenacidad me ayuda a perseverar en la fe.
Su valor me dignifica.

Lo que no es poco para celebrar un 12 de octubre del 2004, tan alejado de aquel otro.

lunes, octubre 11, 2004

Políticos (Cap. Tres).

Estoy confundida.
Un poco perpleja.
¿Debería?
Hasta hace poco estaba segura que soy mujer. Fémina, hembra, dama (si se puede), como quieras definirlo.
El hombre, masculino, macho, varón, caballero (en la medida de lo posible).
La Palabra de Dios dice que: “varón y hembra los creó” (Génesis 1)

En estos días me topo con diversa literatura, periódicos y declaraciones donde este asunto ya no es tan claro. No se nace hombre o mujer, se nos dice con desparpajo.A lo más se va haciendo hombre o se va haciendo mujer. Todo depende del consumidor. Las diferencias de sexo son algo artificial, en manera alguna responden a leyes biológicas o exigencias de la propia naturaleza (eso aseguran).

España acaba de entrenar una ley que legitima el matrimonio entre homosexuales. ¿Cuál es la naturaleza de esta unión? ¿Por qué casarse si aseguran que la institución del matrimonio está obsoleta tal como la “cuestión del género”? ¿A quién se desea provocar con esta ley?

Relativismo político: Lo blanco puede ser negro. Lo negro puede ser blanco. La verdad puede ser mentira y viceversa. ¿El bien? ¿El mal? Fronteras que valen según los intereses del momento. Depende la cantidad de votos que la causa involucre.
Para no ser tachados de “intolerantes” y otras lindezas, los medios se sumnan a esta carrera para demostrar quien es más liberal, más impúdico, menos “cartucho”. Como nuestros antepasados, queremos emular a Europa pero tomando de ellos lo más rupturista y obsceno.

Los cristianos tenemos principios básicos.
Eso creo (todavía).
La Biblia es nuestra guía, regla, pauta, norma de vida (tengo la impresión que ese es un lenguaje obsoleto). Es particularmente interesante que se la descalifique con tanta virulencia y las autoridades no digan pío. Más aún, la iglesia evangélica es ignorada como si no existiese. Como si fuésemos seres de otro país, como si no gozáramos de los mismos derechos que todos los ciudadanos. Sólo que nuestros votos son independientes, no son una gran cantidad y nunca aparecemos en la tele. Hablar de integridad, pureza, paz, disciplina, trabajo, no vende, no es rentable, debes "vivir y dejar vivir", me aseguran, como si eso manara de la misma Palabra.

Y para completar el cuadro hay cristianos que hacen compromisos con un sistema cada vez más decadente, sumándose a los ataques contra la Biblia tradicional o contra el nombre de Dios, confundiéndonos (¿con oscuros motivos?).

Definitivamente necesitamos con urgencia un líder , llámese pastor, evangelista, apóstol, laico, misionero, o hermano común y corriente que nos aclare la película.

De los políticos hay pocas esperanzas.

O que vuelva Jesucristo a ordenar la casa

sábado, octubre 09, 2004

Políticos (Cáp. Dos).

Cuenta la historia que la democracia nació en Grecia.
Y junto a ella la demagogia.
O sea, el arte de “engrupir”.
Pericles, famoso por establecer una “época de oro”, casi lleva a la ruina a Atenas, construyendo obras públicas con el dinero de otras ciudades o con dineros que no tenía (lo imitó un alcalde de Valparaíso que todos conocemos). Fue declarado gran estadista aun cuando llevó a la nación a la ruina y a la guerra. (La Historia es indulgente, sólo hay que buscar un buen historiador que nos auxilie).

El partido de los demagogos ganaba votos (tipos con buena labia, aduladores que emocionaban hasta a las piedras) discurseando contra de “desigualdad de oportunidades”, afirmando todo lo que las mayorías querían oír y construyendo obras vistosas en los lugares estratégicos. Obviamente con el dinero de los impuestos.

Recuerdo a una seguidilla de alcaldes que hermoseaban una Rotonda cada vez que se aproximaban las elecciones. Teníamos que sufrir enormes “tacos” y tiempos de espera para lograr atravesar ilesos el mentado lugar donde ahora se construye una estación del Metro. Ruego a Dios no resucite la moda de las Rotondas.

La demagogia necesita unos pocos ignorantes (ojalá educados en escuelas fiscales), algunos capitalistas soberbios que busquen aumentar sus caudales, unas buenas pancartas colocadas en las calles principales con esas vagas promesas que no dicen nada y entremedio algo “cultural”, tal vez unas cancioncillas pegajosas para amenizar el baile.

¿La justicia?
¿La equidad?
¿El bien común?
¿El trabajo?
¿El estudio?
Lo más bien, gracias, durmiendo en algún oscuro escritorio que nadie quiere tocar.

Total, las sirenas cantan taaan lindo.

viernes, octubre 08, 2004

Nóbel de Literatura.

¡Bien!, una mujer ha recibido el Premio Nóbel 2004.
Ya, no me taches de sexista, he dado suficientes muestras que no me inscribo en el feminismo (menos en lo del machismo).
En nueve ocasiones el Nóbel ha sido para una mujer (eso lo dicen las noticias, no me consta). Esta es la décima vez.

En Chile nadie la ha leído (parece).
Ella es la escritora austriaca Elfriede Jelinek. Otra vez don Nicanor se quedó con los crespos hechos. Es que sería mucho un tercer Nóbel para un país tan chico como éste.

La Academia Sueca premió a la austriaca Elfriede Jelinek "por el flujo musical de voces y contra-voces de sus novelas y obras teatrales, en las que muestra con un extraordinario celo lingüístico el absurdo de los clichés sociales y su poder subyugador". (¡Chuatas!)

Novelista, poeta y dramaturga, Elfriede Jelinek nació el 20 de octubre de 1946 en Mürzzuschlag/Estiria. Aunque inicialmente estudió piano y composición en el Conservatorio de Viena, paulatinamente giró hacia la literatura. Jelinek es la autora de "Die Liebhaberinnen" (1975, "Los amantes"), Die Ausgesperrten (1980, "Los excluidos") y Die Klaverspielerin, la única de sus obras que ha sido traducida al español bajo el nombre de "La Pianista" que fue llevado al celuloide en el 2001 por el director alemán Michael Haneke, y tuvo la participación de la misma Jelinek en el guión. La cinta es quizá el único vistazo a la obra de la autora en nuestro país, ya que se exhibió en las salas de cine arte hacia fines del año de su producción con el nombre "La Profesora de Piano".
(O sea, toda una mina)

Definitivamente me alegro que una representante del “sexo débil” (¿qué es eso?) haya obtenido un premio con el que todos (o casi todos) los escritores sueñan. Tal vez ahora se interesen en traducirla al español y, con suerte, logremos leerla.

Esto de vivir en el fin del mundo tiene sus ventajas y también lo contrario.

jueves, octubre 07, 2004

Políticos (Capítulo I).

Todavía guardo en la memoria el olor a las primeras empanadas, doradas y calientitas que comí en honor y gracias al candidato.
Era tan niña que no sabría decir quien era el agraciado y dadivoso personaje, pero sí puedo asegurar que nunca volví a comer empanadas más sabrosas que aquellas.
Algunas madres obtuvieron máquinas de coser, total una raya en el lugar adecuado no hace la diferencia, aseguraban algunas.

Dice Transparencia Internacional en su Informe Global de Corrupción 2004, que somos un país corrupto. Claro, un poquito (como chilenitos). En el Índice de Percepción de la Corrupción, en una escala de 1 a 10, aparecemos con nota 7.4, a pesar del MOP-Gate, Inverlink y CORFO y los famosos “ahorros” de quien ya sabes.

Soy testigo de la “cortesía” de un candidato a alcalde que regala canastas familiares, ropas, bienes para la casa, remedios, infraestructura, materiales de construcción, locomoción gratis para los ancianos, semáforos donde no cruzan ni los gatos, pavimentación de veredas que por años permanecieron inundadas, en fin, puedes agregar a la lista los “obsequios” de tu comuna y armaremos el perfecto perfil del candidato para estas Municipales.

Prácticas vergonzosas nos degradan.
Y yo, ilusa, defiendo el derecho que nos concede la democracia: votar por alguno.

Con razón mis amigos no quieren inscribirse en los registros.

miércoles, octubre 06, 2004

Oficina de Objetos Perdidos.

Debería existir (si es que no lo han inventado) una oficina donde permanezcan inalterables los recuerdos, la primera lágrima, la muñeca de cabeza rota y el oso de peluche destrozado por la centrífuga.
Un lugar donde guarden el primer amor y el perfume de los aromos.
El color de los lirios amarillos que se van muriendo.
El olor a las hojas de parra.
El sol arrebolado y los ojos de los peces cuando mueren.
La caricia de mi madre.
La música del viento Raco entre las casas.
El matiz tornasolado de las rosas.
Un poco de arena de la playa.
El sonido estridente del Maipo en invierno.
El tronar de los volcanes.
El sabor del primer beso.
Un canción de Bob Dylan.
Un poema de Frost.
El danza del picaflor sobre el abutilón.
El dolor de una caída.
El relincho del caballo.
La sangre derramada.

Miles y miles de objetos y sentimientos mezclados en un gran caleidoscopio, listos para ser usados por quien quiera.

O para recuperarlos en cualquier momento sin que medie tanto esfuerzo de la memoria.

Tal vez los lirios que se renuevan a la entrada de mi hogar en cada primavera son los mismos que Jesús miró en un lejano día del oriente medio y comparó con la gloria de Salomón. Y su color resplandeciente se guarda para que vuelvan el año próximo y el otro... y el otro...


martes, octubre 05, 2004

Nuevo orden.

¿Qué harás cuando todos lleven en su mochila el arma de su muerte?
¿Cuando atravieses la reja de tu hogar y no sepas con certeza si regresarás?

¿Qué harás cuando, sin dinero contante y sonante, no puedas salir de la ciudad?
¿Cuándo el supermercado no reciba ya efectivo sino sólo tarjetas de crédito o débito?

¿Qué harás cuando la marca indeleble te administre con un número?

Prisionero de la prosperidad, las puertas de la muerte constantemente abiertas ¿querrás un acceso liberado?
¿Qué harás cuando la policía traiga a tu hijo tirándolo del pelo, sin una gota de sangre?
¿Cuándo las cámaras publiquen los amores lujuriosos?
¿Cuándo los niños delaten la cópula aberrante?

¿Cuándo nada sea lo que es?
¿Te marcharás a un país lejano llevando tus riquezas y olvidando el destino de tu pueblo ahogado en la miseria?

¿A dónde te irás que no puedas ser hallado?

Ninguna muerte es igual a otra.

¿Dónde estabas cuando te dijeron que Lizet había muerto?

Entré a mi hogar, los lirios amarillos al lado de la puerta brillaban bajo el sol de la incipiente primavera. Había un perfume de flores y libertad.

Y como un golpe artero, la noticia.
Digo artero porque no esperaba que fuera así. Repentino. Inesperado.

Pienso en todos los ojos de los muertos que he observado, en la calma de las manos, el arreglo pudoroso, la compostura de los rostros, maquillados para una última representación. Y recuerdo un verso de Pavese que aprendí de niña:

“Tus ojos /serán una palabra inútil, /un grito callado, un silencio.
La muerte tiene una mirada para todos.”

Me quedo con el aparato telefónico en la mano como si de él manara toda la tristeza que se puede soportar. Va haciéndose un hueco, apresurada; desequilibra las rodillas, entontece la respuesta, el vértigo demuele.
Luego vendrán las lágrimas, las preguntas, las miles de interrogantes.
Porque en cada muerte subyace la finitud propia; cada rostro quieto nos refleja como un espejo. Tal vez por esa razón nos perturba mirarlos.

Junto a las preguntas intentaremos las respuestas. Unas de fe, otras de rebelión. Como sea el desasosiego será sólo un momento. Luego iremos a trabajar, nos sentaremos a escribir y comeremos algún bocadillo liviano.

Tal vez hasta cantemos alguna canción de esperanza, como los pájaros errantes a los que se refiere Pedro Prado, que en la noche, mientras viajan a países más cálidos, entonan una canción para no extraviarse.
Para permanecer unidos frente a la tormenta o la oscuridad.


lunes, octubre 04, 2004

Dos.

Dios no necesita a la religión ni sus ceremonias.
Más aún, no necesita alabanza.
Ni nuestras gastadas y superficiales palabras.
Él es suficiente a sí mismo.
Los fanáticos creen que su entusiasmo atrapará el Espíritu que sopla.
Error de interpretación.

Dios ama y busca sólo dos clases de personas.

Uno: alguien que se ponga en la brecha a favor de la tierra, o sea, un valiente que interceda y clame por el mundo (y vaya si lo necesitamos).
Dos: Adoradores. En Espíritu y de verdad. Individuos que hagan un espacio en la tierra para su magnífica presencia.

Lo demás es pura retórica. Bonita, pero estéril.

jueves, septiembre 30, 2004

Vuelvo a ver TV.

Estuve durante seis meses alejada de la pantalla de televisión.
Voluntariamente.
Sin prejuicios o misticismos.
Simplemente quería probar la fuerza de mi amor por alguien. Resultó un ejercicio edificante y provechoso.
Por estos días vuelvo a encender el silencioso aparato y me encuentro con otro mundo. No sé si cuando la dejé estaba tan acostumbrada a la nadería y al lugar común, que ahora, con un ojo limpio y un tanto crítico, no encuentro nada que mirar.
Dirás que exagero.
Tal vez.
Visto fría y lógicamente, estos últimos días me he remitido a Los Simpsons y eso sería todo.
¡Ah!, y el TV. Tiempo. Hasta eso lo hallo más divertido que los programas estelares, cercanos a una apertura forzada del lenguaje, de la imagen y, como seguramente sucede, al interés comercial.

Me da la impresión que concurriré con más frecuencia a la Biblioteca donde estoy inscrita, me dedicaré a la vida monástica, tomaré un curso de repostería, parapente o natación (ahora que se viene el verano con todo), pero tele, ¿para qué desperdiciar mis días en tanta vanalidad?

No sé si tú, pero yo, paso.

lunes, septiembre 27, 2004

Primer amor

Pamela tiene la mirada más hermosa que he visto.
Largas trenzas y una voz ronquita.
Once años recién cumplidos. Y sabe que es mujer.

Kevin se pasea con las manos dentro de los bolsillos del pantalón gris de colegio. La camisa afuera (la inspectora lo llama al orden), y con timidez estira la mano y la abre.
Un anillo plástico de colores brillantes es la joya que ha comprado para regalar a su compañera. Ella se deja querer y con aire de princesa le da las gracias.
Cuando la tarde deja caer su languidez sobre las casas y el sol desaparece entre los cerros, nostálgico, Pamela y Kevin vuelven por la angosta vereda rumbo a casa.
Caminan conversando las tareas, intercambiando apuntes, riendo sin prisa. Un delicado sentimiento les rodea, una aureola de inocencia, el perfume de los duraznos en flor, la primavera.
¿ Hay algo más hermoso que el primer amor?

domingo, septiembre 26, 2004

Escuela fiscal.

La moderna educación me inquieta tanto o casi más que la antigua.
No sé si alguien tendrá claro lo que es educar.
Educar para la vida.
En mi caso, el más cercano que conozco, fue bastante represiva y castigadora. Aunque hubo momentos de gloria y libertad, se pagaron con abundantes lágrimas, pero tengo una gran fuente productora y puedo seguir fabricándolas mientras tenga agua y ojos.
Ya escribí de los muchachos del quinto básico.
Uno que otro es poeta.
Otro dibuja cientos de monos al final del cuaderno. Cautelosamente; está perdido si alguien lo descubre.
Y los más, saltan la cuerda. Se divierten comiendo algún snack y brincando en el recreo, mientras los profes conversan y toman un cafecito.

¿Nos enseñó algo la escuela?
¿Algo más que obedecer órdenes, cumplir un horario y hacer palotes?

¡Y el uniforme! ¡Madre mía!
No podías cambiar de color, andar con la blusa afuera o la falda más corta de lo reglamentario.
Zapatos negros, nunca azules, rojos o amarillos.
El pelo corto. Anotaciones en el libro, llamadas al apoderado, suspensiones varias por el famoso mechón que traspasaba el borde de la camisa en ellos.
Y el color del teñido en ellas.
Me parece un milagro de Dios que saliéramos vivos. Ilesos no puedo asegurar, porque vaya sí nos marcaron.

El toque de la campana determinaba nuestras horas. Podías estar embelesada en la historia que estaba leyendo alguna compañera, pero si tocaba la campana era un grito general. Sólo el recreo justificaba las horas tediosas de historia o matemáticas.
Es frecuente que no se ame el estudio. No porque aprender sea desagradable. El sistema lo ha determinado de esa manera.

¿Qué amamos en aquel tiempo?
La mano estirada con una manzana y la enorme sonrisa de aquel muchacho de rostro pecoso.
La voz de la profesora de literatura leyéndonos (dramáticamente) un cuento.
El luche avión.
La colección de stickers.
La clase de Tecnología haciendo esculturas, comidas o lámparas.
Y el sabor inconfundible del helado de leche.

El quinto básico de la escuela fiscal no tiene nada de atractivo para un niño de diez años. Si no obedeces al molde es un continuo sufrimiento; si eres diferente al resto, Dios no quiera delatarte. Un gran cartel escrito con letra clara traspasará todos tus días. Nunca tendrás éxito, serás paria del sistema y tal vez termines confinado en alguna oscura oficina sin ninguna perspectiva. O barrer calles eternamente, tragando el polvo de los automóviles que te son vedados. O sentarse estúpidamente en un centro a contestar llamadas de gente inexistente que busca perder un poco de tiempo para no volverse locos. Ganarás dinero pero no verás el primer gesto de tu hijo ni el rojo de los atardeceres del verano. Ni los primeros brotes de los árboles ni el armonioso caminar de las hormigas almacenando sus granitos.

No se educa para vivir.
Se educa para tenernos quietos.
Para producir “bienes”, léase por “bienes”: auto del año, casa con piscina, ropa a la moda, equipos varios, visitas seguidas a los malls, vacaciones en el extranjero, tarjetas de crédito.

¿Quién lee poesía?
¿Quién escribe poesía?
¿Quién vaga por los parques?
¿Quién da de comer a las palomas?
¿Quién habla con los espejos?
¿Quién inventa trabalenguas?
¿Quién canta por el placer de cantar?
¿Quién juega al gato?
¿Quién lee a Whitman o a Frost?

Recuerdo a Víctor. Tenía tres hijas. Cultas, bellas y encantadoras. Nunca fueron a una escuela formal; vivieron de país en país, de feria en feria mostrando su arte. Nunca conocí personas más felices. Dentro de todo su sistema de viajes y trabajo, la vida les enseñó lo necesario.
Sí, me dirás, no todo el mundo puede viajar.

De acuerdo. Educacionalmente no soy ninguna eminencia. Apenas escribo unas letras hilvanadas en tardes de ocio. Pero una cosa sé: los niños son infelices. He secado sus lágrimas, e observado su impotencia y su rencor.
Sienten que el mundo es injusto; que algo se les quita cada día y lo que se le da no lo compensa.
Un muchacho en un bucólico pueblo del Sur apuñala a su profesor.
Otro ataca a sus compañeros.
Otro se masturba frente a sus amigas.
Gestos de violencia y locura. Gritos de auxilio de una sociedad alienada y marketizada.

La profesora del quinto los forma en una larga fila antes de entrar a la sala. Derechos, uno-dos-tres-cuatro; manos arribaalosladosabajoalaespalda. Pasen las niñitas. Los varones. Condicionados y domados sus espíritus, su descontento se resumirá en las calificaciones. O en los juegos secretos. O en la indolencia, en la apatía de su ignorancia.

He llegado a creer que fuerzas extrañas desean que así suceda.
Más tontos útiles; menos problemas.

Los charlatanes habituales nos “venderán la misma pomada” y pensaremos que lo hacen por nuestro bien.

sábado, septiembre 25, 2004

Sencillo.

Me sorprende (no debería) y alegra que alguien busque a Dios.
En un tiempo tan agitado y de tan variados intereses, es casi asombroso.

¿Qué dice Dios a eso?

Cerca de cada uno está Su Palabra, la palabra de fe sostenida a través de la edades a la que adhiero junto al apóstol Pablo (guardando las diferencias, obviamente).

Y esta es la palabra: que si declararas audiblemente que Jesucristo es El Señor y crees en tu interior que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo. Con el corazón se cree para Dios y con la boca se confiesa a los principados y potestades invisibles, pero presentes.Porque la Escritura dice: Todo el que cree y pone su fe en Él no será avergonzado, pues Dios es rico para con todos los que le llaman por su nombre y los bendecirá abundantemente.
(Paráfrasis de la Carta a los Romanos Cáp. 10)

Sencillo.Casi de párvulos.
De tan sencillo las personas no atinan.

Ruego a Dios que tú, sí

viernes, septiembre 24, 2004

De buena fe.


Cuando destrozaron la vereda de mi casa y dejaron un montón de tierra apilada, no protesté. Los trabajadores (nunca vino un jefe) explicaron que pronto volverían a pavimentarla, cuando todos los trabajos de alcantarillado estuviesen terminados.

Les creí.
¿Por qué dudaría de la palabra de unos sencillos servidores públicos?
En un mundo descreído, quiero práctica el principio “de buena fe”.

Cuando una asume la confianza como valor vital en las relaciones humanas no puede al mismo tiempo andar pensando (a menos que una esté traumatizada) que las personas tienen una pistola apuntando a tu corazón o que el tipo de la micro que nos mira fijamente va a sacar un cuchillo y nos quitará la cartera. O que la vecina es una bruja que sólo desea hacerte daño (justito se te murió la ruda en plena floración).
O que los periódicos tienen aviezas intenciones con nosotros, pobres ignorantes de los poderes fácticos.

En general somos confiados.
Por eso caemos tan fácilmente en el “cuento del tío”, repetido hasta el cansancio; pareciera que no aprendemos. Eso de las historias de la micro, no necesito ni contarte, tú sabes las mismas o más que yo. A veces les doy algo por lo bien contado, pero una sabe que es "puro cuento".

A pesar de todo, creo que hay que vivir confiadamente. Tal vez tomando algunos resguardos moderados.

De lo contrario tendríamos que encerrarnos en nuestro hogar y olvidar el mundo de allá afuera.

Ya ves, demoraron, pero hoy aparecieron. Con unas máquinas enormes, en un dos por tres tiraron ripio, aplanaron toda la tierra amontonada y bastante transitada y mañana ponen el cemento. Va a quedar de lujo. Jamás dudé que volvería a ver mi vereda nueva, sin esos enormes hoyos que se llenaban de agua con las lluvias.

Claro que, oh ironía de la vida, vienen las elecciones municipales. Y yo voto.
Pero "para qué -dice el dicho- pedirle peras al ulmo". Me basta con apreciar un trabajo bien hecho y disfrutar de mi nuevo entorno.

Sí, me han sucedido muchos chascarros. Y decepciones. Y he perdido dinero. Y me han engañado. Y más de alguien me ha llamado "tonta lesa" sin motivo.

Pero sigo teniendo “buena fe” con mis semejantes, a menos que se demuestre lo contrario.



jueves, septiembre 23, 2004

¡Urgente! Se necesita profe cristiano.

«Todas las democracias contemporáneas viven bajo el permanente temor a la influencia de los ignorantes». Kenneth Galbraith

Observo a los muchachos del quinto básico, escuela fiscal. Violentos, agresivos, consumistas, perezosos y burlones. Puedo definir exactamente el futuro de cada uno y me estremezco en un ruego, porque, aparte de la profesora que pone su mejor esfuerzo, sólo Dios puede edificar sus destinos de chicos marginales, impidiendo que terminen de micro traficantes, drogadictos o delincuentes habituales.

Leen apenas, con palabras de silabario.
Pintan líneas básicas. Dudo si entienden la diferencia entre Miguel Ángel y Picasso. Entre una cumbia y Mozart.

Escriben con jeroglíficos indescifrables. Ni ellos logran estudiar con sus apuntes.
De música, ni hablar. Hace un tiempo tocaban la flauta dulce, alguna melodía básica. Ahora nada. Mekano es un referente.
La ignorancia los rodea, los atrapa, les impide un desarrollo natural, los margina. Quieren romper el círculo pero no saben cómo. Tampoco sus padres pudieron.

Me estremece la visión de lo que nos espera.
Votantes monosilábicos.
Ciudadanos sin valores éticos.
Adultos sin moral.
Incapaces de argumentar, manipulados por los medios de comunicación, cualquier dirigente con un buen diccionario, una complaciente retórica y unos atractivos slogan, hará lo que desee con ellos.
Admiro a los profes.
Hasta el más desgastado merece todo nuestro respeto. Los veo esforzarse, encanecer, arrugas de preocupación reciben de salario, a veces hasta ofensas gratuitas de los apoderados. Una lucha desigual se libra cada día en las aulas. En especial en los colegios periféricos.

¿Qué valores vamos a dar a estos niños?
Podemos elegir la docencia como forma de sustento; podemos elegir el camino largo y difícil de formar vidas con los valores cristianos, en especial en este tiempo complicado y asombroso; podemos sembrar en ellos, pero es, lo sé, un trabajo arduo, largo y de paciencia.
Enseñarles a amar a Dios puede transformarse en un desafío.
Que aprendan a amar al prójimo puede ser una defensa fundamental para la convivencia armónica en el mundo.
Una sociedad vocacional, trabajos que construyan una buena vida. Leyes lógicas y justas. Sólo la educación logrará dignificarnos y liberará a los chicos del quinto básico de sus fatales destinos.
Educar en valores cristianos fundamentales.
En la ética del trabajo.
En la esperanza de otro día mejor.

Amigo, amiga, adquiriste el compromiso de estudiar Pedagogía. ¿En qué tramo estás?
Porque sí, vaya que sí necesitamos profes cristianos, esos de vocación y auténtico compromiso.

Recibirás el mejor salario, no traducido en monedas falsas sino en vidas. Tuyas serán sus vidas ¿no te motiva eso?
Y su amor te seguirá todos los días de tu vida.

miércoles, septiembre 22, 2004

Lugares comunes (dos).

El mundo desde donde vengo estuvo cargado de clichés, intransigencias de diversa índole y prejuicios al por mayor. Aprendí desde muy niña que “pasar piola” era un buen truco para que te dejaran en paz.

En la página del 1 de septiembre: “Lugares comunes” (uno) explico algunas de las costumbres de los evangélicos, unas pocas, porque depende la congregación, cada una tiene los propios.

Lo que fue general era la cuestión de los pantalones. ¡My God! Gastamos tiempos preciosos en la obstinada discusión del tal adminículo. Lo más divertido era que lo discutían ¡los hombres! El diablo hacía su agosto riéndose de nosotros. Mientras nos mantenía así de entretenidos, él sembraba la guerra, la droga, el abuso de los menores y todas las “lindezas” que la iglesia de hoy ha heredado.
Pero no sigamos en eso.
Independiente de la fe que practiquemos, los chilenos tenemos un sin número de clichés y modismos, los cuales empleamos cuando nos falla el diccionario.
-Chile es una larga y angosta faja de tierra.
- Somos hijos del rigor.
- La casa es chica pero el corazón es grande.
- Nunca se ha arriado nuestra bandera, que alguna vez ganó en un concurso internacional, resultando la más bella.
- Los chilenos somos solidarios.
- Madre hay una sola.
- La caja de los idiotas (o el cajón del diablo, en versión religiosa).
- El roto chileno tiene picardía y las empanadas son las mejores del mundo.
- Somos los ingleses de América. ¿(Todavía)?
- Somos un país pacato o cartucho (¿y el desnudo en el Forestal?)
- Las mujeres chilenas son las más bellas (si tenemos hasta una Miss).
- Los vinos chilenos son los mejores.
- No somos como los países bananeros.
- Somos puro corazón.
- Somos clasistas pero no racistas.
- Chile, tierra de poetas.
- La empanada, invento chileno.
- Los sacerdotes célibes.
- El principio del fin.
- En este país no existe la coima.
- En Chile no hay corrupción (¿comparado con qué?)
- Chile no es un pasadizo para la droga.


Me cansé. Si quieres incursionar en el tema, sólo pone oído. ¿Cuántas veces no hemos repetido éstas y otras frases para salir del paso?



lunes, septiembre 20, 2004

Dedicado a La Radio.

Esa caja oscura y maravillosa emitía todo tipo de voces, canciones mexicanas, llorados boleros y mi primera “cebolla”, los radioteatros. El doctor Mortis, la Tercera Oreja, la Bandita de Firulete, tantas historias llenaron nuestra infancia y tanta música nos hizo bailar y soñar. Era la radio, un invento fascinante. Todavía, a pesar de la tv y la internet, lo sigue siendo.

Noches de eterna lluvia golpeaban nuestra casa; el viento estremecía las paredes. Arropados en la tibieza de la cama, todos disponíamos el oído para la “comedia” que sucedía en algún lejano lugar, voces superpuestas sobre el viento y la lluvia amenazantes. Una historia que nos hacía tiritar más que la negra noche de afuera.Tengo la memoria llena del timbre de aquellas voces que vuelven una y otra vez en los sueños, para arropar la soledad de otras noches lluviosas.

Risas de amigos que han partido.

Voces lejanas que hacen brotar un sentimiento de esperanza, a pesar de las crueles noticias que difunden.
Independiente si es A.M o F.M; ajena a las encuestas que señalan su decadencia, como la literatura, sostengo que la radio no morirá. En cada pieza del hogar tengo un equipo. Y uno personal en la mochila. Hablo de ella con mis amigos, declaro sus gracias como si hablara positivamente de una amiga.

Siete de la mañana, las noticias.
Ocho, los comentarios, algunos políticos, ácidos, otros divertidos.
Nueve, la música.
Desde las 17 hrs, el zapping. Duna, La Chilena, Armonía, Zero, Concierto, Terapia Chilensis, hasta que la noche cae sobre la ciudad y apenas, a lo lejos, ladran los perros.

Y ahí están los trasnochados. Evangélicos de fe que creen a pie juntillas que allá afuera existe un mundo de oídos pendientes del mensaje. Y no se equivocan. En los desvelos de la noche, en el silencio de los lobos, la radio espanta los terrores y nos ayuda para llegar al amanecer, cuando la luz hace huir las pesadillas.

La radio regala vida.
Y renueva la fe.
Yo amo la radio, cualquiera de ellas. Todas juntas hacen nuestra vida feliz.


Gracias.

Todavía no nos reponemos de una y viene otra, como una ola de imágenes que nos arrastran a la angustia y la consternación. Se nos mueve el p...