sábado, julio 31, 2004

Recomendados.

Quiero  dar la bienvenida al mundo del blog a dos páginas que se están iniciando. Les deseo larga vida y mucha creatividad.La dirección de
MAS QUE PALABRAS es:

http://masqpalabras.blogspot.com

Y El Chepo, una oveja con opinión:

http://elchepo.cjb.net 

Léelos y apóyales con tus comentarios.
(Gracias)
De qué.

viernes, julio 30, 2004

Metamorfosis.

Estoy –me dijo un amigo escritor- en proceso de cambio. ¿Y quien no? Como lo dice don Nicanor: “Nunca se termina de crecer”
El punto es para donde uno crece. ¿Hacia dónde quieres ir, amigo? Tal vez quieras desarrollar tu intelecto, la forma y el fondo para escribir con fluidez, algún día ingresar a la Sociedad de Escritores, recibir invitaciones a eventos, salir en los periódicos y eso.
O quizás quieras crecer como persona, llegar a desarrollar sentimientos extraordinarios, al punto que ellos justifiquen la vida, indemne a la crítica o al comentario vulgar.
No sé.
Cada uno tiene que encontrar su propósito, su propio proyecto, la visión de su propia vida, así es que en esto no hay fórmulas coellianas o de hermanos preocupados por uno.
Tal vez podríamos apegarnos a la propuesta del apóstol Pedro cuando escribe: “Creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (Apóstol Pedro.

Yo adhiero a eso.

 
http://www.biblegateway.com/cgi-bin/bible?language=spanish

http://www.antiweb.cl/parra.html

miércoles, julio 28, 2004

Tenga calma, anímese, no llore, son 50.

La inventiva humana es casi ilimitada. Leo en el periódico algo que te parecerá insólito, creativo y a la vez gracioso. Luo Jun, un ciudadano chino ha creado un bar donde cualquier hombre puede acudir allí…a llorar (en China, por supuesto).

Resulta curioso, por decir algo, que si bien es cierto, nadie impide llorar a los varones, no es muy bien visto hacerlo en público, en especial en nuestros países latinos, donde se estila el “mero macho” que, entre otras cosas “no llora”. Desde niños oímos la cantinela de las madres, padres, parientes, como una rutina implícita en los genes familiares de estos pueblos “los hombres NO lloran”.

Las mujeres pueden hacerlo a gritos, si quieren, en funerales, bodas, misas y otras reuniones sociales más o menos “encebolladas”; tienen la licencia de aprovecharse del momento sin que sea mal mirado, pero los hombres, por favor, guarde la compostura, mi cuate.

El Cry Bar (que es como se llama el sitio) además de pañuelos, ofrece otros servicios adicionales, como una mano en el hombro, un abrazo fraterno, una voz que te va diciendo mientras lloras, a intervalos de tiempo regulares, "no pasa nada... tranquilo... no te preocupes... son 50 yuan" (6 dólares x hora)  

http://integridad.com

martes, julio 27, 2004

Un día perfecto.

Aspiro a un día feliz.
Perfectamente feliz.
Un día sin televisión, ni siquiera de lejos. Un día sin ninguna radioemisora tocando discreta o insistente. Sin el teléfono que invada con mensajes importunos. Sin correspondencia (especialmente esos sobres con cuentas por pagar), sin microbuses llenando el ambiente de estridencias. Sin el típico bocinazo de algún automovilista prepotente. Sin el equipo de música llenando los oídos de música lejana, ni siquiera de blues. Sin vecinos distrayendo el tiempo con conversaciones triviales.
Aspiro un día en perfecta soledad.
Sólo el grito de los queltehues interrumpiendo la meditación; el ladrido de los perros y la campanilla del vendedor de algodón dulce. A lo lejos, tal vez la risa de un pequeño que corre detrás de un volantín “cortado” y el saludo impertinente del zorzal que me visita asiduamente tocando la ventana.

Un libro abierto, el Libro en todo su esplendor, el pensamiento persistente, el tiempo detenido y el Espíritu soplando.

lunes, julio 26, 2004

"Ubi sunt qui ante nos fuerunt?"

("¿Dónde están aquellos que nos precedieron?"),

“Ariosto me enseñó que en la dudosa
Luna moran los sueños, lo inasible,
El tiempo que se pierde, lo posible
O lo imposible, que es la misma cosa.”
(Jorge Luis Borges)

¿Qué fue de ese verano donde rodamos por la arena mientras el mar coqueteaba sigiloso con el borde del vestido?
¿Hubo en realidad una fiesta en el cambio de siglo?
¿Qué fue de esa minifalda que, según mi madre, dejaba muy poco a la imaginación?
¿Y aquellos ojos enormes que te observaron en el desfile de Fiesta Patrias, esa primavera del ’80 cuando orgullosamente llevabas el estandarte de la escuela?
¿Dónde se quedó atrapada la lágrima furtiva de aquel domingo en el templo cuando no querías que la música dejara de sonar porque parecía que estabas en el cielo?
¿Y ese día cuando todo Chile gritó al unísono en el triunfo de Marcelo Ríos?
Las tardes aburridas en el sonido de la radio Duna.
Toda la ciudad celebrando el Año Nuevo de ese cambio de milenio.
¿Dónde se fue el miedo al soldado que apuntaba directamente a tu pecho mientras registraban tu casa buscando todavía no sabes qué?
¿Y ese día feliz que celebramos la nueva democracia? ¿Y luego la decepción?
¿A dónde se fue el amor, ese sentimiento sufrido y voluptuoso que importunaba cada tarde cuando estabas sola con tus pensamientos?

La vida breve, la amistad perdida, el amor ausente, la ciudad solitaria, un pequeño pueblo llovido en el sur, tendido a la orilla de la línea del tren.
Hoy es de noche, vuelan con persistencia los pájaros azules, un disparo a lo lejos anuncia la caza del terror, las rosas de papel crepé empolvadas en la tumba de mi madre, esta urgencia de Dios, este silencio vacío, la maleza creciendo en mi patio.


domingo, julio 25, 2004

Éxodo.

El ángel de la muerte sólo ama al primer hijo,
el que abre la matriz,heredero de la bendición;
bendito irrevocable.
De noche sale a buscarlo y en un abrazo silencioso
le besa y aspira su perfume.

El ángel de la muerte se detuvo frente a mi puerta,
soy el primero,el que abrió la matriz,
heredero de todo.
Toca el rojo dintel
lo examina minuciosamente
sangre de cordero
(a los ángeles seguro no les gusta la sangre de cordero).
Escandalósamente roja,
fresca,pintada como llama
irresistible la sangre.

Llantos a lo lejos,
gemidos guturales,
lágrimas de madre.
Frente a la mesa todos me miran
tomo un trozo de la carne
un pedazo del pan sin levadura
y como mi salvación.

sábado, julio 24, 2004

Palabras para mis amigos tolerantes.

¿Por qué no toleras que sea casta y quiera casarme con el hombre que amo?
¿Por qué no comprendes que no usaré condón, píldora del día antes ni del día después?
¿Por qué te ríes cuando digo que deseo ser fiel a un solo hombre?
¿Por qué no me respetas cuando digo que no quiero divorciarme?
¿Es muy difícil comprender que no deseo robar ni una uva en el supermercado?
¿Es muy complejo soportar esta austeridad en la que deseo vivir, contraria al consumismo que nos atrapa y nos coarta?
¿Y cuando digo que no quiero casarme con un homosexual, con una mujer o con un travesti?
¿Por qué no me entiendes, no deseo tener ninguna tarjeta de crédito, de débito ni chequera de banco, ni deudas por pagar?

Quiero ser esposa. Quiero ser madre. Quiero educar a mis hijos en casa y no en la sala cuna. Quiero leerles historias de La Biblia y cuentos de las Mil y Una noches ¿es eso tan incomprensible?

Quiero que mis amigos “tolerantes” no me faciliten tanto la vida y me dejen en paz con sus ideas, sus interpretaciones bíblicas tan sensatas y razonables cuando no han leído ni el evangelio de Marcos ni han orado desde el último terremoto.
Quiero ser retrógrada; quiero ser arcaica, bizantina, trasnochada, fundamentalista y dinosáurica ¿es eso tan difícil de permitir?

Se liberal, demócrata y republicano, tolérame, por favor.

viernes, julio 23, 2004

Ha llegado Pablo.

Una de las bendiciones de Dios (entre tantas) es llamar amigo a alguna persona. Siento mucha lástima cuando dicen “el perro es el mejor amigo del hombre”. ¿Cómo pudo acuñarse semejante dicho? ¿El que lo inventó nunca tuvo un amigo? ¡Pobre!
Por estos días ha llegado Pablo, con su mano grande y delgada, un tanto pálida, su pelo rebelde y su eterna sonrisa. Y su voz cálida en mi contestadora.

Recuerdo que bastaba una mirada y sabíamos perfectamente el pensamiento del otro, como si la conexión fuese instantánea. A veces hablábamos lo mismo al unísono, como si nos recorriera un pensamiento común; nos reíamos diciendo: “me copiaste el pensamiento”. Porque reír juntos era un gran pasatiempo. Ahora hemos madurado, sonreímos brevemente, como si la vida se encargase de irnos desdibujando tanto escándalo sonoro.

Un amigo o una amiga no es fruto de la casualidad, del destino o de un momento furtivo. Ni es resultado de una búsqueda desesperada; los amigos solo llegan sin saber de dónde, por qué o cómo. Simplemente llegan, nos alegran, nos bendicen y se van (casi siempre), como esos atardeceres resplandecientes de verano o la flor del suspiro en el palto.

En el capítulo XXI de EL Principito dice el zorro:
"Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sól. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo".

jueves, julio 22, 2004

Demócrata.

Demócrata: Político que no manda ni tiene destino. Cuando alcanza alguna de esas dos cosas asciende a otra clase; se llama conservador, esto es, trata de conservar lo que pudo adquirir.

Del Diccionario de los Políticos o verdadero sentido de las voces y frases más usuales entre los mismos, escrito para divertimento de los que ya lo han sido y enseñanza de los que aún quieren serlo, por D. Juan Rico y Amat. Madrid. 1855

miércoles, julio 21, 2004

FUGA

Se abre una nueva página de literatura, gráfica e historia, de autores clasicos y modernos. Te invito a visitarla en:


http://fugavirtual.blogspot.com

Salmo 23 (Versión libre)

Dios, Tú eres mi pastor;
en tu presencia nada falta.
Me haces descansar en prados verdes,
y para calmar mi sed
me llevas a serenas aguas.
Das nuevo impulso a mi sangre, me guías por el mejor camino.

Puedo atravesar terrenos peligrosos
sin el miedo acechando,
porque cuidas de mí y siempre estás a mi lado;
me indicas el camino de paz y de confianza.
Si se enojan mis enemigos,
(todos tenemos alguno)
Tú me invitas un banquete y me llenas de alegría;
¡me das un trato espléndido!

Dios, estoy segura que tu bondad y tu amor me acompañarán mientras yo viva,
y que eternamente viviré donde tú vives.

martes, julio 20, 2004

Parafraseando al amigo Kitian.

La distancia entre el pasado remoto y el presente finito parece cada vez más profunda, pero más intrascendente. El lejano pueblo tendido en el Sur, donde mis amigas de infancia procrean y viven anodinas o dichosas existencias está cada vez más borrado de mi memoria. Traspasado por otros sentimientos, nuevos y urgentes. Esta urgencia –por ejemplo- de descubrir la poesía de lejanas tierras (China, Japón, Irak, India), o escuchar otra vez las golondrinas que vuelven al jardín, por supuesto nunca las mismas. Esta urgencia de la Presencia, de un Rhema de Dios, un toque del ángel que juega y a veces roza mi omóplato con delicadeza; de la sonrisa de niños con miles de preguntas, el canto del zorzal en la ventana, una mano que alzada dice adiós. Todo vuelve a latir como antes; todo se renueva.

Como el profeta lo desea, yo también: “Vuélvenos, oh Dios, a ti, y nos volveremos; renueva nuestros días como al principio.”

Hay una certeza: los que “… esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas…”, yo adhiero a esa esperanza y me quedo tranquila. Tal vez la soledad que imponen estos apuntes (inexpertos todavía) descubra lo que hemos buscado permanente y obstinadamente. Tal vez es necesario transitar un tiempo ese camino.




lunes, julio 19, 2004

Premio de Poesía Pablo Neruda.

 
El narrador y poeta mexicano José Emilio Pacheco, en una ceremonia en el palacio de La Moneda, sede del gobierno chileno, recibió este miércoles, en su primera entrega, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. El galardón, dotado con 30 mil dólares, fue entregado al mexicano por el presidente de Chile, Ricardo Lagos, junto con un diploma y una medalla, en un acto al que asistieron escritores, artistas, ministros y diplomáticos.
Y para conocerle, transcribo aquí algunos de sus poemas.
 
NO ME PREGUNTES CÓMO PASA EL TIEMPO.
 
En el polvo del mundo se pierden ya mis huellas;
Me alejo sin cesar.
No me preguntes cómo pasa el tiempo.
(Li Kiu Ling).
 
Al lugar que fue nuestro llega el invierno
y cruzan por el aire las bandadas que emigran.
Después renacerá la primavera,
revivirán las flores que sembraste.
Pero en cambio nosotros
ya nunca veremos
la casa entre la niebla.
 
A QUIEN PUEDA INTERESAR.
 
Que otros hagan aún
el gran poema
los libros unitarios
las rotundas
obras que sean espejo
de armonía.
A mí sólo me importa
el testimonio
del momento que pasa
las palabras que dicta en su fluir
el tiempo en vuelo.
La poesía que busco
Es como un diario
En donde no hay proyecto ni medida. 
 
ALTA TRAICIÓNNo amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta  gente,
puertos , bosques de pinos,
fortalezas
la ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.  
 

 

domingo, julio 18, 2004

Omnia tempus habent.

Hay un tiempo para todo
Todo tiene un momento oportuno;
hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
un tiempo para nacer, y un tiempo para morir;un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar;  
un tiempo para matar, y un tiempo para sanar;un tiempo para destruir, y un tiempo para construir;un tiempo para llorar, y un tiempo para reír;un tiempo para estar de luto, y un tiempo para estar de fiesta;un tiempo para dispersar piedras, y un tiempo para recogerlas;un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse;un tiempo para buscar, y un tiempo para desistir;un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar;un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser;un tiempo para callar, y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar, y un tiempo para aborrecer;un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz.
Eclesiastés 3:1-8 (versión libre) 
 

sábado, julio 17, 2004

Caín.

Herméticos son los pasos
del que huye
aferrado a la estaca asesina;
su marca traspasa las edades
desnuda en el grito
de la sangre que clama.
Caín vuelve victorioso a levantar la mano
multiplicado en los espejos
protegido por el signo
aclamado.
Un instante de furia bastaría
para encender el mundo;
sólo una palabra,
Abel espera mansamente el sacrificio
el único,
la soga, la cruz, la espada
la bomba contenida
listo, ya.

viernes, julio 16, 2004

Sólo hay una tristeza, y es la de no ser santos. (León Bloy)

La obligación de leer.

Una de las cargas que impone el sistema educacional a los escolares es la lectura obligatoria. Una incongruencia. Como que te obliguen a salir de vacaciones, a tomar helado, ir de piscina o un “carrete” de viernes, placeres indispensables en la adolescencia. Pero sucede para desgracia de aquellos que no tienen una inclinación natural hacia las letras y que su máxima felicidad es hundirse en el sillón (que hasta la forma del cuerpo ha adoptado) a mirar el partido Chile-Brasil (que perdimos por enésima vez) o la última teleserie, donde aparece nuestro actor favorito. “Es que esto de la lectura no me entra”, reclama una estudiante que le han dado para estas vacaciones de invierno a investigar “todas” las cartas de Neruda. ¿Quién aguanta tamaña excentricidad? Bien que la profe ame al poeta, pero leerlo todo de una vez, no hay salud, digo, menos si tienes 13 años.

Una campaña dice que la lectura hace bien. Ok. Estoy de acuerdo, es más, la lectura no solo te hace mejor persona, es un gozo, un deleite, una especie de felicidad (nadie impone la felicidad por secretaría), lo mejor de la vida. En ese desesperado deseo de compartir los bellos libros se cae en un absurdo que hace odiarlos.

La introducción a la lectura es como enamorarse, crear lazos, abrir horizontes sin límite. Pero tiene un ritmo, tiempos de espera, consideraciones. Como decía Saint Exupery en la voz del zorro que habla con el principito: ¿Qué significa “domesticar”?
- Es una cosa demasiado olvidada – dijo el zorro -. Significa “crear lazos”
- ¿Crear lazos?
- Sí – dijo el zorro -. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...”
El encuentro con la palabra es una especie de atracción; un juego lúdico, abisal y misterioso. Y lento como la vida. Personalmente me inicié antes de ir a la escuela, como una diversión entre el abuelo, El Mercurio dominical y la mesa con la familia en pleno. Había tanto mundo en esas páginas, tanto por descubrir para mi enorme curiosidad las hojas del periódico se hicieron insuficientes. Luego las revistas, los monitos y de pronto un libro. ¡Un libro solo para mí! Tapa dura, papel biblia, letra gótica y la belleza de Oscar Wilde con su Gigante Egoísta y su Ruiseñor y la Rosa.

Y ahora, saberte leyendo esta página me honra y enriquece. De la persistente lectura he devenido a esta página, un paso natural y necesario, un momento detenido en el tiempo.
Si algún día quieres hacerle un bien a alguien, regálale un hermoso libro como si te lo hicieras a ti mismo. Un libro de buen papel y lindas estampas; un libro seductor que enamore a alguien, que le haga feliz, que eleve su vida. Tal vez seas recordado por ese solo gesto que cambió la historia del mundo, o por lo menos de uno o una.

jueves, julio 15, 2004

Escribo para niños.

Escribo para ti. Para esa personita oculta a todos que anda siempre de interrogante en interrogante y de maravilla en maravilla, como el picaflor de mi jardín que aletea sobre la flor del abutilón, buscándole el néctar escondido.
Escribo para niños que van a la pequeña escuela con la persistencia que no logro comprender, con la lluvia pisándoles los talones abandonan el entorno protegido del hogar por un juego en la tarde milagrosa del patio hacinado. Toman su mochila y corren por el camino al toque de campana, esperando que esté allí la maestra con historias espeluznantes o extraordinarias y abren el cuaderno semi húmedo mordisqueando el lápiz en la suprema concentración.

Escribo para Gaby, para Hélen que apenas logran sentarse cómodas en su alto pupitre, curioseando con toda clase de preguntas y para las cuales las respuestas son un descanso en sus agobiadas cabecitas. Cursan su primer año de colegio y ya andan con todos los problemas del mundo (tal vez los niños de hoy maduran antes de tiempo).

El silencio inmóvil de la noche se deja penetrar por el tecleo de la máquina y la música en sordina. Nada perturba la paz cuando escribo al ritmo de un pensamiento o una idea que tal vez otros en otras latitudes han desarrollado con mayor precisión y talento. Antes eso me bajaba el ánimo. Otros lo escribieron mejor ¿para que volver sobre lo mismo? Si todos pensáramos eso, un cincuenta por ciento o más no escribirían ni una palabra. Escribir ya es un regalo de la vida, como el habla o la mirada (que te lean es otro cuento). Con el tiempo fui cambiando. Ahora me estimula saber que hay otros hermanados con el mismo pensamiento y tal vez juntos podamos revertir algo o asombrar a alguien. Como dice bellamente Lihn “una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies”.

martes, julio 13, 2004

GRACIA, ¡qué palabra más bella!

Si pronuncias esta palabra en cualquier idioma, suena con una belleza poco común. Kharis dijeron los griegos del Nuevo Testamento. El conocimiento que tuvieron los primeros cristianos recoge el significado que tiene el término hebreo hen en en el Antiguo Testamento: la ayuda que alguien fuerte proporciona a una persona atribulada o necesitada, incapaz de mejorar su condición a causa de la debilidad que le imponen su propia naturaleza o determinadas circunstancias.
El Señor Jesucristo no habló mucho de la gracia de Dios, pero sus hechos revelaron de modo inconfundible la benevolencia que tuvo hacia el pobre, el afligido, el marginado, el enfermo. Así que, cuando hablamos de la gracia no hemos de limitar nuestra interpretación del término en el sentido, tan generalizado, de «favor inmerecido». Ciertamente es favor inmerecido, pero se trata de algo mucho más grande, que determina la eternidad de las personas. Es el amor de Dios actuando entre nosotros a través de su Espíritu. "Porque por gracia son ustedes salvos, por medio de la fe; y esto no es de vosotros sino es un regalo de Dios", dijo Pablo a Los Efesios.


domingo, julio 11, 2004

Leer a Neruda

En el Google hay 83.700 páginas de Neruda en español; se le rinde homenajes en la mayor parte de los países hispanos, por su centenario, y creo que está bien. Personalmente mi mejor homenaje es leer a Neruda. Así es que vamos a “hincarle el diente”, como se dice:

“La Poesía

Y fue a esa edad... Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.
Yo no sabía qué decir, mi boca
no sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando
aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura
tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada
y vi de pronto
el cielo
desgranado
y abierto,
planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada
por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.
Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.”
-o-

sábado, julio 10, 2004

Nos visitó un ángel.

La maestra era toda alegría
Y era toda tristeza
Toda ella era amor
Y belleza.
De su boca de rosa
Manaba
Consejo, sueño, proyecto,
Historias pasadas
De pueblos sufridos,
De una raza bizarra.
La maestra era un ángel
Disfrazado en un cuerpo
Y cumplidos los plazos
Ha volado hacia el cielo.

No lloremos por eso.

(Para María Angélica Henríquez)

viernes, julio 09, 2004

La Casa Química.

No todo será lectura de El Libro, páginas de literatura o las noticias internacionales, la historia antigua o la política contingente. También vivo en un mundo real, donde se pagan cuentas, hay que lavar ropa y regar las plantas, podar el cedrón y comprar alimento para los animales. Lloro la muerta que hoy vamos a enterrar y la ausencia de una amiga. Los pies, apegados a la tierra nos recuerdan cuan expuestos estamos a lo accidental, a eso que no depende de nosotros.
Y me preocupa la toxicidad del mundo que habitamos.
Sustancias con químicos que provocan enfermedades desconocidas, materiales que vienen incorporados a elementos de uso común, amenazantes.

“Greenpeace exige que se cumpla el Convenio mundial de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes y que se cumpla la nueva legislación sobre sustancias químicas de la Unión Europea (REACH). La ausencia de un marco estricto de actuación, y sistemas de control y sanción efectivos favorecen la persistencia en el mercado de una enorme cantidad de productos tóxicos. Disney, una de las empresas catalogadas como peligrosa, ante la misiva de Greenpeace, respondió que la empresa no estaba vulnerando ninguna ley.” (De La Casa Química).
Si te interesa el tema, esta es su dirección.

http://archivo.greenpeace.org/toxicos/html/home.html

jueves, julio 08, 2004

Al pie de la letra.

Puro cuento, era un programa que dirigía Marco Antonio de la Parra en la radio Duna, para cuenteros aficionados (de literatura, se entiende, no de los tipo Pedro Urdemales), algunos bastante respetables.
Una joven que conozco hace algún tiempo, me plantea con cierta inquietud el tema de la predestinación, al parecer por el acoso permanente de un calvinista en relación al tema.
El evangelio es tan bello, tan limpio y de buen juicio, que me da un poco de fastidio lo que los hombres tratamos de hacer con él. De algo sencillo lo transformamos en algo oneroso y desagradable, como si ser cristiano fuese “un tremendo sacrificio” y si no somos “buenitos” vendrá un Dios airado a sacarnos la mugre por porfiados. Debes hacer esto, debes, hacer lo otro, como le decían Pablo: «No uses», «No comas», «No toques»? Todos estos preceptos son sólo mandamientos y doctrinas de hombres, los cuales se destruyen con el uso” (Colosenses 2:21). Todos los cuenteros del mundo nos amenazan.
Y el plan de Dios, algo fácil de comprender, asequible a todo ser humano, lo transformamos en una suma teológica imposible de entender.Mientras más discurseo y retórica lo agreguemos, más interesante suena.
Así es que hoy vamos a apegarnos a lo escrito, siguiendo el ejemplo de Jesús que dijo: “Escrito está”. Y para ponernos de acuerdo en lo básico, lo escribiremos de la Reina Valera, 1960. (El destacado es mío)

1.- Dios es eterno, atemporal.

¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Isaías 40:28

2.- Dios quiere que todos los hombres sean salvos.

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 1 Timoteo 2:3-4

3.- La gracia de Dios se ha revelado para salvación.

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres. Tito 2:11
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Efesios 2:8

4.- Jesucristo murió por todos.

y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 2 Corintios 5:15
porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. Lucas 9:56

5.- El evangelio es para todos; algunos responderán positivamente.

Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Romanos 10:8-9
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento 2 Pedro 3:9
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16

Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos 10:16-17
Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. Apocalipsis 22:17

5.- Dios ejerce su conocimiento previo al elegir.

elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: 1 Pedro 1:2
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. Romanos 8:29-30

¡Gracias sean dadas a Dios por los siglos de los siglos por su amor tan grande hacia todos nosotros! ¡Gracias a Dios por su don inefable!

miércoles, julio 07, 2004

Yámana.

Frecuentemente vienen los niños para que les ayude en alguna tarea escolar y entre toda la cantidad de variados temas, me he topado con los yámanas, habitantes de Tierra del Fuego, nombre que le colocó Magallanes –era hacha pa’ los nombres don Hernando-, cuando divisó las costas del último lugar del mundo, el Sur más al Sur, donde casi se acaban los paralelos (52); aquellas costas llenas de fogatas que los aborígenes tenían siempre con fuego por el pánico que se les apagara, con lo que costaba prenderlo. Tierra de los Fuegos, dijo, y así se ha llamado hasta hoy.
Habitaban las zonas costeras de los fríos mares del Sur; su territorio se extendia desde las aproximidades de la peninsula Brecknock (hoy Chile). También nómades, su medio de locomoción era la canoa, que les servía para internarse en los canales en la búsqueda de los ‘ frutos del mar’. Se alimentaban de lobos marinos, pinguinos, ballenas, peces y mariscos;de aves, como gaviotas o cormoranes y hasta solían recolectar frutos y raíces. Cazaban animales marinos con arpones de punta de hueso. La ballena se consumía cuando alguna se quedaba en las orillas de la playa. Las familias permanecían en las canoas, cazando y pescando. Estos eran muy hábiles en la elaboración de cestos con juncos de la zona. El varón se encargaba de la construcción de la canoa y las armas, así como en la caza de animales marinos. La mujer tejía con parte de sus cabellos finas lienzas para pescar.
Andaban desnudos o cubiertos con un pequeño cuero a pesar de los titantos grados bajo cero. Su fe también era sencilla como su vida. Creían en un ser superior, bueno y que escuchaba sus plegarias. Le llamaban Hidabuan (Nuestro Padre), un gran espíritu puro y siempre presente. De Él se deriva la vida, la salud y la felicidad.

Me conmueve la vida de estas personas, de aspecto prehistórico, pero sanos y ricos en una profunda vida espiritual. Cuando los europeos llegaron por nuestras costas –prejuiciosos ellos- los catalogaron mal y sólo miraron su aspecto, sin intentar descubrir la belleza de su lenguaje o la nobleza de su cultura.
Hoy son contados con los dedos de la mano los supervivientes de estos hombres valerosos y admirables. Adaptados a una civilización totalmente ajena y a un miserable trozo de tierra cedido por algún gobierno de turno, han ido desapareciendo paulatinamentes, después de ser los señores de ellas, con la dignidad de la libertad que da el mar. Quizás -eso espero- algún día podamos valorar la riqueza de nuestro pasado, tan valiosa como este presente inconcluso.

martes, julio 06, 2004

Eternidad.

Cuando el dulce prado
se inunde de lágrimas y
canciones despidiéndome,
seguirán las olas golpeando las rocas
los buses apestando las calles
y el río fluyendo.
La cuculí anidando en mi huerto
y esta página inconclusa.

lunes, julio 05, 2004

Políticos.

Septiembre, mes de volantines, chicha, música chilena (en ese mes el alma nacional produce estragos), cuecas en los colegios y carnes al por mayor.
Aquel año fue especial para nuestra hambre infantil. Un olor a tierra recién llovida, un tibio sol y un penetrante olor a comida. Todos corrimos, digo todos los del barrio cercano a la plazoleta donde aplaudían los vecinos con entusiasmo, avivando a alguien. Supimos que era un Candidato. De niña a una todos le suenan igual (de mayor, también). El hombre encaramado sobre una tarima preparada para el evento, rojo en el frenesí de sus propias palabras, repetía una y otra vez algo que nunca logré comprender; quizás era por mis cortos años o la flojera de mi neurona favorita, la cosa es que el olor a empanadas calientitas nos tenía a todos locos.
Mientras los mayores escuchaban arrobados, los chicos hacíamos la fila con repetición en el mesón de las comidas. Y las bebidas. ¡Nunca volví a tomar chicha más dulce que esa! Mi madre, ni idea del alboroto; sorprendida me vio llegar con un bulto de empanadas, para alegría de todos, que no las comíamos en años. Ese fue mi inicio en la política. Corría la chica, el buen mosto y abundante manye, “que no se note pobreza” se decía en esos años.
¡Cómo desfilaban las máquinas de coser! En ninguna fábrica vi tantas juntas. Las suertudas fueron las que firmaron por el partido y comprometieron su voto. Chica como era, no me pareció adecuado, pero todo se disfrazaba con la fiesta, los aplausos y la alegría de septiembre.
Cuando crecí los registros electorales estaban en suspendidos y a pesar de la insistencia de mis compañeros, nunca milité en un partido político. Tal vez me indigestaron las empanadas. ¿Quién sabe?

domingo, julio 04, 2004

Fórmula para ser feliz (si se puede)

Hay varias fórmulas para obtener ese tan preciado bien que se llama “felicidad” y que ha puesto de cabeza a muchas naciones, ha generado peleas y hasta guerras en busca de la tan mentada, tanto que ha resultado “peor el remedio que la enfermedad”. La felicidad es esquiva y no se deja atrapar por cualquiera. Tú ya sabrás que no consiste en los bienes materiales ni en la belleza que se posea. Ni siquiera en una buena “pega” (trabajo). O unos lindos hijos. O un amoroso marido o esposa.

Esta es una manera. Hay muchas otras (Dios es misericordioso) que podrías descubrir con el tiempo.

“Feliz es la persona que no se guía por criterios malvados,
ni transita por el camino de los escépticos,
ni se sienta en la reunión de los burladores.
No, la alegría de esta persona consiste en meditar
en el mandamiento de Y H W H
y en Él piensa constantemente.
Será como un buen árbol junto a las aguas
sano y fuerte
que produce fruto en la época
y sus hojas están siempre verdes;
todo lo que él hace llega a buen fin.
Por el contrario, los perversos
son como la pelusilla llevada por el viento;
ellos nunca podrán sentarse donde se sientan los justos,
porque Dios conoce todos los caminos
y pesa las acciones de los hombres.”


(Versión libre y personal del Salmo Nº 1)

sábado, julio 03, 2004

La Voz.

La voz se metía por la sangre invadiendo
Hipnotizando,
Ondulante, cibernética, soñadora.
Iba y veía a su antojo
Abriendo las cerradas puertas
Las heridas.
Concéntrica buscando
Hurgando la memoria colectiva
Besante
Al borde de la obscenidad.
Me dejé envolver como Eva
Como la mujer de sal en la ignisión
Sansón en brazos de Dalila
Betsabé en la mira
Todas las impudicias frente al mar
Al amanecer en el desierto
Todo
Piedra papel tijera
Juego lagrima vuelo
Y de pronto, la perversa mano,
Apagó la radio.


Para Santiago en Duna.

viernes, julio 02, 2004

Rosas de papel crepé.

“Las rosas de papel no son de verdad
y queman
lo mismo que una frente pensativa
o el tacto de una lámina de hielo”.
(Biedma)

Aquella Navidad fue memorable. Los muchachos presentaron el nacimiento de Jesús en vivo en la pequeña Capilla, con el bebé de Anita, que justo había nacido el 23 de diciembre. Pastores con sus pellizas y corderos al hombro, reyes con ricos presentes y las canciones, ¡ah! Qué bellas son las canciones de esa fiesta.
Fue en esa ocasión cuando aprendí a hacer rosas. De verdad, las flores no son mi pasión. Me gustan, lo confieso, como cualquier elemento decorativo, un chiche, una figura de porcelana de esas que te regalan para el cumpleaños “para salir del paso” y que una junta en un armario igual que las tarjetas hechas por los niños. Sin saber se amontona una serie de adminículos que no sirven en absoluto, pero no te atreves a botar por esa cosa sentimental que la mayoría arrastramos genealógicamente.
Así fue como en aquella Navidad aprendí a confeccionar rosas. Anita andaba con una caja llena de toda clase de papeles con los colores del arco-iris y otros que ella había inventado. Con santa paciencia iba doblando uno a uno los papeles, combinando la belleza como si sus manos pequeñas y gráciles fuesen perfectos instrumentos, extensión de su mente creadora. Una rosa roja por aquí, envejecida por tinturas especiales, un tallo, hojas en completa simetría. Torpemente intenté imitarla, confieso que no tengo dedos para ese piano. Mis flores parecían adefesios salidos de algún rincón en decadencia. Luego alargó su mano con el más hermoso ramo de rosas que haya visto y me dijo, “son para ti”. Más que las flores, todavía conservo la amistad (que sí es de verdad) como el mejor regalo y en mi mesita de noche, la belleza.

jueves, julio 01, 2004

Otra vez el mar.

Desde que conocí el mar tuve la interrogante de por qué se llamaría Océano Pacífico, cuando era tan tremendo y no le hacía ningún honor a su nombre. Si tú corrías hacia adentro te amenazaba con unas enormes olas. Si te subías a la punta de una roca corrías el riesgo de caerte, con la consecuencia de cototos varios o un buen chichón en la cabeza. O derechamente irte directo a tocar la puerta del cielo. En especial en las más altas rocas de El Quisco, donde es gélido y amenazante y más de alguno ha pasado un buen susto.
Curioseando en la historia uno puede saber casi todo. Porque la verdad auténtica de todo el pasado, sólo Dios la conoce con exactitud. Así es que nos conformaremos con esos destellos, las leyendas y un poco de imaginación.
Después de navegar el temible y proceloso (esta palabrita la aprendí cuando niña en uno de esos himnos antediluvianos al igual que la palabra “piélago”) mar llamado hoy Estrecho de Magallanes, los pobres marinos de aquellas cuatro naves creían que no vivirían para contarlo.
Cuando don Hernando vio esa inmensidad de agua azul, limpia y de un acerado cielo sin nubes, lloró.. ¿Qué otra cosa puede hacer uno cuando ve el mar? Pacífico, dijo, será llamado Océano Pacífico. Aguas mansas y llenas de misterio. Después de los largos y angustiosos días el mar les abría sus brazos de paz. "La galleta que comíamos, no era ya pan, sino un polvo mezclado con gusanos, que habían devorado toda la substancia y que tenía un hedor insoportable por estar empapado en orina de rata -cuenta Pigafetta (el cronista que llevaban para anotar todo). El agua que nos veíamos obligados a beber era igualmente pútrida y hedionda. Para no morir de hambre llegamos al terrible trance de comer pedazos del cuero con que se había recubierto el palo mayor para impedir que la madera rozase las cuerdas. Este cuero, siempre expuesto al agua, al sol, a los vientos, estaba tan duro que había que remojarle en el mar durante cuatro o cinco días para ablandarse un poco, y en seguida lo cocíamos y lo comíamos. Nuestra mayor desdicha era vernos atacados por una enfermedad por la cual las encías se hinchaban hasta el punto de sobrepasar los dientes, tanto de la mandíbula superior como de la inferior, y los atacados de ella no podían tomar ningún alimento. Murieron diecinueve...”
Como ellos, sueño con las olas que juegan eternamente, esperando siempre. Tal vez uno de estos días me arranque de esta ciudad contaminada y hunda los pies en sus aguas, y dé gracias al Dios del cielo por esta playa, la misma de generación en generación. Allá nos vemos.

Gracias.

Todavía no nos reponemos de una y viene otra, como una ola de imágenes que nos arrastran a la angustia y la consternación. Se nos mueve el p...