jueves, septiembre 23, 2004

¡Urgente! Se necesita profe cristiano.

«Todas las democracias contemporáneas viven bajo el permanente temor a la influencia de los ignorantes». Kenneth Galbraith

Observo a los muchachos del quinto básico, escuela fiscal. Violentos, agresivos, consumistas, perezosos y burlones. Puedo definir exactamente el futuro de cada uno y me estremezco en un ruego, porque, aparte de la profesora que pone su mejor esfuerzo, sólo Dios puede edificar sus destinos de chicos marginales, impidiendo que terminen de micro traficantes, drogadictos o delincuentes habituales.

Leen apenas, con palabras de silabario.
Pintan líneas básicas. Dudo si entienden la diferencia entre Miguel Ángel y Picasso. Entre una cumbia y Mozart.

Escriben con jeroglíficos indescifrables. Ni ellos logran estudiar con sus apuntes.
De música, ni hablar. Hace un tiempo tocaban la flauta dulce, alguna melodía básica. Ahora nada. Mekano es un referente.
La ignorancia los rodea, los atrapa, les impide un desarrollo natural, los margina. Quieren romper el círculo pero no saben cómo. Tampoco sus padres pudieron.

Me estremece la visión de lo que nos espera.
Votantes monosilábicos.
Ciudadanos sin valores éticos.
Adultos sin moral.
Incapaces de argumentar, manipulados por los medios de comunicación, cualquier dirigente con un buen diccionario, una complaciente retórica y unos atractivos slogan, hará lo que desee con ellos.
Admiro a los profes.
Hasta el más desgastado merece todo nuestro respeto. Los veo esforzarse, encanecer, arrugas de preocupación reciben de salario, a veces hasta ofensas gratuitas de los apoderados. Una lucha desigual se libra cada día en las aulas. En especial en los colegios periféricos.

¿Qué valores vamos a dar a estos niños?
Podemos elegir la docencia como forma de sustento; podemos elegir el camino largo y difícil de formar vidas con los valores cristianos, en especial en este tiempo complicado y asombroso; podemos sembrar en ellos, pero es, lo sé, un trabajo arduo, largo y de paciencia.
Enseñarles a amar a Dios puede transformarse en un desafío.
Que aprendan a amar al prójimo puede ser una defensa fundamental para la convivencia armónica en el mundo.
Una sociedad vocacional, trabajos que construyan una buena vida. Leyes lógicas y justas. Sólo la educación logrará dignificarnos y liberará a los chicos del quinto básico de sus fatales destinos.
Educar en valores cristianos fundamentales.
En la ética del trabajo.
En la esperanza de otro día mejor.

Amigo, amiga, adquiriste el compromiso de estudiar Pedagogía. ¿En qué tramo estás?
Porque sí, vaya que sí necesitamos profes cristianos, esos de vocación y auténtico compromiso.

Recibirás el mejor salario, no traducido en monedas falsas sino en vidas. Tuyas serán sus vidas ¿no te motiva eso?
Y su amor te seguirá todos los días de tu vida.

No hay comentarios.:

Gracias.

Todavía no nos reponemos de una y viene otra, como una ola de imágenes que nos arrastran a la angustia y la consternación. Se nos mueve el p...