“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido y me ha enviado
Uno: a predicar buenas nuevas a los abatidos,
Dos: a vendar a los quebrantados de corazón,
Tres: a publicar libertad a los cautivos,
Cuatro: y a los presos apertura de la cárcel;
Cinco: A decretar el año de la buena voluntad de Dios.
Seis: Darle agua al sediento;
Siete: pan al que no tiene de comer.”
Con esta tareita, ¿no encuentras que nos enrollamos demasiado en las minucias?
Las mujeres tendemos a analizar el detalle y en el análisis se nos va evaporando el deseo, hasta quedar reducidas a un estado de frustración, sin fuerzas para materializarlo.
El desafío de hoy lo acepto. Y no me pregunteré nada. Ni el cómo, ni el cuándo, menos el dónde o el por qué. Ya está bueno de digresiones, Toyita.
lunes, octubre 18, 2004
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Gracias.
Todavía no nos reponemos de una y viene otra, como una ola de imágenes que nos arrastran a la angustia y la consternación. Se nos mueve el p...
-
Catolicismo. Haz lo que digo, no lo que hago. Agnosticismo. Na’ de na’. Anglicanismo. Frío, frío como el agua de río. Metodismo. ¡...
-
El matrimonio es la principal causa de divorcio. Groucho Marx (comediante) Conversábamos co...
-
Cuando ya había leído los libros más inverosímiles, quise enterar el resto de mi vida en algo importante, profundo, grande; algo que me hici...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario