Ahora que se va el invierno,
Ahora que crecen los almendros y florecen los lirios;
Ahora que los niños no tiritan
Con sus labios amoratados,
Ahora iré a la playa a buscar la caracola que está esperándome
Pegada a las rocas, soñando con mi mano
Y mi caricia.
Cuando suceda, ya no tendré frío
Ni los países serán lejanos
Porque ella cantará para mí todas las historias que me han sido negadas.
Su perenne murmullo adormecerá mis noches
Y la muerte huirá de mi casa
Mientras mi caracola cante al oído.
miércoles, octubre 27, 2004
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Gracias.
Todavía no nos reponemos de una y viene otra, como una ola de imágenes que nos arrastran a la angustia y la consternación. Se nos mueve el p...
-
Puro cuento, era un programa que dirigía Marco Antonio de la Parra en la radio Duna, para cuenteros aficionados (de literatura, se entiend...
-
¡Oh chicos! ¡Oh criaturas inocentes que castigáis mis oídos, mis pobres tímpanos con tanto ruido lastimero, pretendiendo que son alabanzas...
-
Mi madre me castigó duramente por esto de la curiosidad. Demasiado preguntona e impertinente, determinó. Nada estaba a salvo con esa chiquil...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario